Antonio Pacheco, final señores… ¿el mejor?

Por Alexander García Milián

Es tal vez Antonio Pacheco, uno de los peloteros más silenciados en Cuba; bueno desde que se fue del país es de los más silenciados; ya todos olvidan que fue el Gran Capitán, que dirigió la segunda versión de la Aplanadora con Santiago de Cuba, que ganó la plata en las Olimpiadas de Beijing; señores, la memoria es así, cruel y nefasta, pero hoy, toca hablar de su persona.

Para muchos entendidos, desde fanáticos hasta especialistas, Antonio Pacheco es el mejor referente de su generación y ya es decir mucho pero los hechos nos dan en la cara y es bueno en ocasiones, hacer referencia a ellos…

Es que al decir, Antonio Pacheco Massó, suena una corneta en la Plaza de Marte, empieza a moverse la conga y todo a nuestro alrededor se vuelve locura.

El santiaguero, es más que Linares, que Kindelán, que Javier Méndez, que Jorge García, Pablo Miguel Abreu y Lázaro Vargas… Pacheco llegó a su primer equipo Cuba con diez años.

El debut de Antonio en Series Nacionales fue a los 16 años; en 1982, dos años después de estampar su sello en los campeonatos domésticos, Pacheco fue el torpedero titular en el Mundial Juvenil celebrado en Venezuela.

Y así, sin más, fue el primero en hacer el grado en el equipo Cuba de mayores, en 1983, durante la Copa Intercontinental celebrada en Bélgica. En este evento, Pacheco comenzó en el banco pero tras una lesión de Urquiola asumió la titularidad y termino como líder en triples.

En su tercera serie, concluyó entre los primeros bateadores y un año después discutió el título de bateo con Wilfredo Sánchez.

Para 1984, con la escuadra nacional, asumió el rol  de titular en el campo corto en sustitución de Pedro Jova. En este torneo, en el Mundial efectuado en La Habana durante este año, Pacheco fue seleccionado como parte del equipo todos estrellas.

Pero su consagración llegó en la segunda base y para muchos entendidos, es uno de los mejores defensivamente en la historia de las Series Nacionales.

El Tigre, como era apodado Pacheco fue siempre ejemplo de disciplina en el terreno, al punto de que nunca fue expulsado de un terreno.

Al momento de retirarse, Pacheco era el primero en hits y dobles, tercero en bateo y carreras impulsadas, así como décimo en jonrones.

Pero volvemos y llegamos al punto, hoy, Antonio está los Estados Unidos y hablar de él, repito es algo prohibido; lo menos que se puede hacer es darle duro otra vez y poner a Pacheco en el sitial donde debe estar siempre.

Nos vemos a la vuelta.

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