Por Alexander García
El caso de Edilse Silva venía dando vueltas hace rato, primero se iba de Santiago, luego se quedaba, las autoridades agrandaron el limbo en materia de información, entonces hace unos días, el 5 de marzo para ser precisos, la Dirección de Deportes en Santiago emitió una carta, donde afirmaba que el pelotero no saldría del equipo para esta Serie 60 que toca a las puertas.
Con la divulgación del documento, las opciones de ir a jugar con Holguín quedaron anuladas por los directivos santiagueros, quienes obviaron sin miramientos los argumentos esgrimidos por el atleta; el matrimonio contraído en la vecina provincia y el hecho de tener a su esposa embarazada.
Luego del fallo, la situación de Edilse remite a la de Yorbis Borroto, Freddy Asiel Álvarez y Adrián Sosa, quizás como ejemplos más sobresalientes en cuanto a materia de cambio de equipo.
La carta está firmada por la Directora y el Sub Director de Deportes, además de Comisionado Provincial, y sin muchos miramientos, dice (cito):
“…Edilse Silva Lao se presentó ante la comisión provincial de béisbol solicitando su baja de nuestra provincia, alegando motivos personales a raíz de matrimoniarse en la provincia de Holguin y encontrarse se esposa en estado de gestación”.
“Despues de un análisis…se determina que…valorando la situación personal que presenta el atleta que lo afecta emocionalmente por encontrarse en estos momentos residiendo fuera de provincia:”
- Dicho atleta participará en la Serie 60 representando dignamente a nuestro equipo Santiago”
- Terminada la Serie 60 quedará libre de la decisión de continuar o con nuestro equipo”
- Por lo que si su decisión fuera no continuar con nuestro equipo quedará libre de decidir con que equipo jugará la Serie 61”
Y así concluye el documento, en una versión risiblemente clara de la esclavitud de la pelota “libre”.
Les dejamos la copia del mismo:
A falta de garantías…
Resulta obvio que al no existir algún respaldo jurídico sólido, en materia de contrato u algo parecido, las opciones de poder decidir el futuro de una carrera en la pelota cubana quedan a merced de las instituciones y sus funcionarios.
Ahora no se trata de descubrir el agua fría, ni ser los más profesionales del mundo, es simplemente ser profesionales en toda la extensión de la palabra, más, por una cuestión de brindarle derechos y potestad a un pelotero, sobre su destino como jugador.
Pero de estos temas ya se ha hablado bastante y la esencia gira sobre el punto expuesto con anterioridad.
Para más polémica, el mismo Edilse, protagonista en esta ocasión ha declarado a los medios que no se siente a gusto con la medida y me pregunto, ¿Tiene que jugar obligado?, ¿no hay posibilidad alguna de reclamo?
Las interrogantes aumentan el cariz oscuro de la situación y nos mantiene a todos a la expectativa.
Cuestiones básicas
Desde hace tiempo el ser humano, cuenta al menos de modo simbólico con toda una serie de derechos que lo protegen de medidas y acciones coercitivas; la emigración en este caso es uno de ellos.
Si a este fenómeno global, lo contextualizamos hoy en el caso de Edilse Silva, nos damos cuenta que el mismo se transgrede con las más burdas de las justificaciones, pues en el texto se no hace referencia a nociones siquiera breves sobre el tema familiar.
La falta de sensibilidad de las autoridades santiagueras es más que resaltable en el asunto y ahora mismo esto es lo que cabe destacar.
Resulta poco pertinente, echar por tierra o mirar al lado ante un acto que a toda vista es injusto
Lo más importante dentro de este entramado surgido alrededor de la figura de Edilse Silva, radica en lo urgente y necesario de un respaldo legal en materia de derechos para los jugadores y equipos.
Por ahora, la sentencia impone condiciones no deseadas para Edilse y las luces no se ven por ningún lado…es un buen novelón de pretemporada para un Serie 60 que busca ser diferente.
¿Ustedes que creen?
Nos vemos a la vuelta.
