«El jefe de la estación le dijo al policía si no le daba pena lo que estaba haciendo» Euclides Rojas

Por Daniel de Malas / danieldemalas@swingcompleto.com

Uno de los peloteros más respetados de todas las leyendas cubanas que viven en los Estados Unidos es Euclides Rojas, tanto por sus resultados como coach de Grandes Ligas, como por los recuerdos que evoca su paso por las Series Nacionales y por sus declaraciones sinceras y libres. Hoy les traemos una intervención del exlanzador de Industriales, que merece ser compartida.

En el verano del 2020 el show Cano Sports, de UniVista TV, tuvo como invitado a Euclides y este habló del Cuba Unificado, su salida de la isla, anécdotas y datos de su carrera con los Azules, además del incidente que colmó su copa y el pedido de su madre.

Antes de pasar con las declaraciones del número 10 de los Industriales de la década del 80 y principio de los 90, recordar que fue el relevista por antonomasia de esa era en las Series Nacionales y uno de los pocos pitchers que iban al equipo nacional siendo exclusivamente apagafuegos en esa época.

Euclides, que nunca tuvo una recta súper rápida, era conocido por su curva, pero sobre todo por lo que se demoraba entre lanzamientos (tocándose el uniforme, quitándose la gorra y otros hábitos del derecho capitalino), arma psicológica que muchos creen que era su mejor virtud para sacar de paso a los bateadores rivales, en unos tiempos de bate de aluminio donde dar jonrones era cosa relativamente fácil.

Ya entrando en las declaraciones de Rojas, decir que del otro lado del micrófono estaban los populares analistas deportivos Jorge Ebro y Alberto «El Beto» Ferreiro, con la bella Gladys encargándose de los mensajes de los seguidores del programa, además de las lamentables intervenciones de Cano que no paró de interrumpir a todos y repetir chistes fatales, dejando clara que su presencia es totalmente innecesaria.

La noche dio para muchos temas, aquí les dejamos los que más llamaron nuestra atención:

Sobre la realidad de los peloteros que han expresado el interés de volver a jugar con Cuba, tras haber escapado de la isla, Euclides dijo: “Yo respeto la opinión de cada uno, pero en lo personal yo no lo haría. Si me llaman y me dicen que sea el coach de pitcheo de un Equipo Cuba Unificado, yo no lo aceptaría mientras en mi país no haya democracia”.

“Te podría decir que El Duque y Arocha no lo aceptarían, lo hemos hablado y no vinimos a este país a jugar béisbol, sino en busca de libertad. Afortunadamente ellos pudieron llegar a la MLB y yo lo logré como entrenador de bullpen de Grandes Ligas”.

“No sé con qué objetivo salieron otros peloteros de Cuba y no los podemos juzgar por eso. No me gustaría que lo hicieran, pero no los critico, aunque en lo personal yo no lo haría”.

Con el tema de que la Federación Cubana de Beisbol ha sugerido que convocaría jugadores de la isla desvinculados de la MLB (contratados en China Taipei, Corea y Japón): “El talento se escapa de Cuba por culpa del gobierno, creo que no es justo que los mejores no estén representando al país, como el resto de los equipos del mundo”.

Euclides, miembro de varios Equipos Cuba, fue literalmente un “balsero”, que se pasó 4 días en el mar en el verano de 1994, uno de los peores momentos de crisis en todos los sentidos en la isla y año de emigración masiva a los Estados Unidos.

El mítico relevista capitalino se marchó en una balsa con su hijo de solo 2 años de edad y con su familia, siendo de los que vivieron en la Base de Guantánamo, en su viaje de salida de Cuba.

 El exrelevista de los Azules confesó que tenía tres bateadores rivales que no conseguía dominar de ninguna manera en las Series Nacionales: “Pedro Jova, Romelio Martínez y Javier Méndez”. Agregando que “Romelio me dio un batazo en San José que cayó en una mesa de dominó que estaban jugando por detrás del estadio y gracias a Dios Javier estuvo poco tiempo en Metropolitanos y luego lo pasaron a Industriales y no lo tuve que enfrentar más, pero desde los escolares Javier me bateaba cuanto quiso”.

Sin embargo, agregó: “No puedo poner a Antonio Muñoz, a Omar Linares o a Luis Giraldo Casanova en esa categoría. A ellos no los sacaba out nadie, ellos se sacaban out ellos mismo, cuando querian. Eran tan buenos que cuando conseguías sacarle out había que agradecerle a Dios”.

Sobre quien fue el mejor cátcher que tuvo Euclides, este seleccionó a Pedro Medina, quien estuvo detrás del plato mucho tiempo durante su carrera con Industriales y a la insistencia de compararlo con otros receptores contemporáneos, el excerrador sentenció: “Tiene que ser Medina, mi apellido es Rojas, pero mi sangre es Azul”.

José Miguel “el Conde” Pineda fue mejor manager de Series Nacional para Rojas, pero fue al final del programa donde llegó la más increíble y sentida anécdota del habanero.

Euclides contó que en 1993, cuando regresaba de Colombia, saliendo del aeropuerto tuvo un encontronazo con la policía en la avenida Rancho Boyeros: “traíamos las maletas y los policías nos pararon y preguntaron que tenemos ahí. Mi cuñado que venía manejando les dijo que yo era Euclides Rojas y acababa de llegar con el Equipo Nacional, pero ellos ripostaron que no les interesaba, que tenía que abrir las maletas”.

“Ahí les dije que traía una bomba y nos íbamos a fajar, pero nos separaron y me llevaron a la estación de policía, donde se retomó la discusión con el que me detuvo. Llegó el jefe de la estación y le dijo al oficial si no me conocía, sino le daba pena lo que estaba haciendo”, continuó el capitalino.

Al llegar a la casa, su madre le dijo “yo sé que tú no te has quedado por mí, he sido muy egoísta pero el próximo chance que tengas vete”, terminó contando Euclides, con la voz cortada y lágrimas en los ojos.

Con mucho orgullo Rojas aclaró: “Mi mamá adoraba la pelota, nos crio sola y fue madre y padre para nosotros”.

Los dejamos con el show completo:

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