RIVALES SIN TRADICIÓN: 3 derrotas que hirieron el orgullo del béisbol cubano

Por Darien Medina

   Con el paso del tiempo y la acumulación de derrotas del equipo Cuba de béisbol puede que comencemos a olvidar ciertos fracasos ante rivales de poca tradición, derrotas que en su momento causaron mucho revuelo mediático, que dañaron y todavía lo hacen a nuestro orgullo beisbolero.

   A continuación, en SwingCompleto compartimos con ustedes tres de esos fracasos más recientes, sin la intención de crear un ranking sobre el tema, ni mucho menos establecer un orden cronológico. Incluso, uno de los casos que traemos a colación no se produjo en un evento oficial.

   Ustedes de seguro podrían añadir muchísimas más y cuestionarán la selección de este autor. Es por eso que los invitamos al debate.

Derrota contra Alemania

   Si era impensable perder en el béisbol frente a Alemania años atrás, en el 2018 el elenco teutón hizo realidad lo que es considerada como una de sus victorias históricas en la que tuvo protagonismo el lanzador cubano Enorbel Márquez.

   El enfrentamiento ocurrió  en la Semana Beisbolera de Haarlem en el 2018 y el marcador final fue de cinco anotaciones a cuatro. Los vencedores cometieron nada más y nada menos que seis errores a la defensa por tres de los cubanos, que conectaron 10 indiscutibles mientras los europeos apenas dieron ocho.

   Cuba no asistió a ese certamen con su primer equipo, todos los jugadores formaron parte de la cuestionada Serie Especial realizada ese año. Si tenemos en cuenta la calidad del torneo cubano con respecto a la Bundesliga alemana, a esta no le alcanza para equipararse con la Serie Nacional, a pesar del crecimiento logrado por el país europeo durante los últimos años en el ámbito beisbolero.

Derrota y eliminación a manos de Curazao

   La misma tierra holandesa con anterioridad había sido el escenario de otra derrota demoledora sobre el equipo cubano, sería frente a Curazao en la XV edición del Torneo Interpuertos en el 2017, un fracaso que llevó a  la eliminación de los cubanos quienes habían sido los campeones en los dos torneos anteriores: 2013 y 2015.

   Al llegar al noveno inning el equipo cubano perdía la mística beisbolera que siempre lo acompañaba, el juego llegaba a esa instancia empatado a tres anotaciones; dos carreras permitidas en el noveno capítulo una de ellas propiciada por un robo al home plate, dejó el marcador definitivo 5×3.

   En ese partido la selección cubana conectó nueve imparables uno menos que sus rivales quienes jugaron sin errores a la defensa, mientras que Cuba cometió uno.

   Los antillanos utilizaron a tres lanzadores, el abridor Geonel Gutiérrez posteriormente Yoandri Ruiz y para el cierre Adrián Sosa –en definitiva perdedor del encuentro-, quien comenzó su labor en el séptimo capítulo.

El Salvador se suma a la lista

   No ocurrió en un evento oficial, pero no por eso pasaría inadvertida ni estuvo exenta de la crítica. Durante el mes de febrero del pasado año en tierras salvadoreñas se desarrolló la Copa Internacional Laboratorios Suizos teniendo como sede el estadio Saturnino Bengoa.

   Tras dos victorias iniciales que aseguraron el título del torneo amistoso el elenco cubano no pudo escapar de los cuestionamientos y críticas. El juego de despedida deparó una derrota para los cubanos con pizarra final de 6×5, siendo dominados por el zurdo nicaragüense Carlos Teller.

   El equipo cubano estuvo bajo la dirección de Eduardo Paret quien hasta el último partido había dejado sin oportunidades a Jefferson Delgado y a Andy Cosme. Como dato interesante en los tres juegos desarrollados los bateadores cubanos produjeron 23 carreras, mientras que los lanzadores permitieron 16, números que no muestran la diferencia de calidad entre ambos equipos.

   ¿Pueden considerarse estos tres ejemplos como muestras evidentes de las debilidades actuales de la pelota cubana o se pueden considerar fortuitas? Pueden aparecer muchas respuestas con los argumentos necesarios que las respalden. Aunque perder es parte del deporte, existen derrotas a las que no le podemos atribuir la influencia de la casualidad. Para mí, las tres mencionadas anteriormente entran en ese rango.

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