Dominicano liberado por los Yankees: «Mi meta es ser grande y dar mucho de qué hablar»

Por Darien Medina 

   El pasado primero de junio fue una fecha oscura para muchos peloteros del sistema de Ligas Menores del beisbol estadounidense. Entre los jugadores que fueron dejados en libertad se encuentra el dominicano José Villa.  

   «Cuando me hicieron esa llamada me reí y dije: gracias Señor por todo, porque usted es el que sabe, la recibí como a las 12 del día y estaba tranquilo, me senté debajo de un árbol y eso fue lo que dije», comenta Villa en conversación con SwingCompleto vía WhatsApp. 

   El joven dominicano pertenecía a la organización de los New York Yankees desde el 7 de julio de 2016. En aquel momento tenía 17 años y fue firmado como tercera base, aunque desde los 13 ya era parte del programa Ángel Pérez, en Santa Fé. Luego llegaría a la Dominican Prospect League (DPL), un circuito encargado de promocionar el talento en este deporte. 

   «Es una liga donde hay que demostrar cualidades para poder quedarse ahí, no se quedan con todo el mundo, yo llegué a firmar entre miles de peloteros», destaca Villa. 

   Una lesión postergó su firma dentro de un equipo de la MLB; formó parte de un grupo de jóvenes dominicanos que en la actualidad a golpe de talento comienzan a triunfar en el mejor del béisbol del mundo entre ellos  Fernando Tatis Jr., Vladimir Guerrero Jr. y Juan Soto. Tuvo que esperar al siguiente año para lograr su contrato.  

   El jovencito Villa nos explica que «sstaba en un torneo de la MLB, me venía recuperando de la lesión y bateaba sobre 300 y los Yankees quisieron verme en la capital en el terreno de la Fuerza Aérea; yo ni lo sabía y fue mi jefe quien me lo dijo y logré batear de 5-4. Al terminar el juego me dice que firmaría ese mismo día». 

   «No me lo esperaba, me estaba recuperando de la lesión, y a los equipos no les interesa ver a un jugador lesionado, no estaba completamente bien, sentía molestias todavía. 

   Al siguiente año Villa fue asignado en la Liga Dominicana de Verano comenzando su participación tras dos semanas después de iniciada; una intervención quirúrgica en una de sus manos limitó su participación a solo 19 juegos alcanzando promedio de 311, empujó 13 carreras, conectó dos cuadrangulares además de un doble y la misma cantidad de triples. 

   Volvió a los entrenamientos para su participación en la Liga Domincana de Verano (LDV) al otro año, los resultados que mostraba incidieron en que su nombre apareciera en el listado de los jugadores que participarían dentro del nivel Rookie del sistema de Ligas Menores en Estados Unidos. De manera inesperada es eliminado del listado, la respuesta que recibió lo atribuía a ajustes en el draft, entonces volvería a insertarse en la LDV. Resultó otra estancia corta pues tras cuatro partidos es enviado al béisbol de Estados Unidos. 

   No fue un proceso de adaptación fácil, Villa hizo frente a circunstancias que no había experimentado con anterioridad. «Me levantaba a las 5:40 am para salir a las 6:15, tomar el ómnibus y estar en el complejo, las prácticas comenzaban a las siete porque el juego era a las 12, lo más difícil fue la comida y un juego a las 12 del día, a veces uno salía a las cuatro de la tarde y lo que comía era un panecito, de ahí hacer gimnasio y luego dos horas y medias de clases.» 

   El nuevo escenario no fue una limitante, el talentoso jugador promedió 371 de average en este primer año, tuvo participación en 33 juegos, empujó 21 carreras y anotó 12. El rendimiento del 2019 estuvo muy distante de la temporada precedente, jugaría para el Staten Island Yankees dentro de la Gulf Coast League. Allí tan solo estaría dos semanas, en esta ocasión una lesión en la rodilla lo alejó de los terrenos. 

   «Fue muy difícil porque casi no jugué, estuve en la lista de 60 días recuperándome en Tampa, luego de ahí me fui a República Domincana, me recuperé y comencé a entrenar, este año decidieron dejarme libre aunque me estaban dando mucho seguimiento». 

   Villa tenía como fecha de incorporación a los entrenamientos para el ocho de marzo, en un primer momento una llamada pospuso la fecha, la próxima que recibiría fue para informarle que quedaba fuera de la organización. «Cuando yo tomé la llamada me dijeron que iban a dejar muchos peloteros en libertad porque había planes de eliminar equipos, además estaba el tema de la pandemia. Cuando me dejan libre yo hablé con mi familia, me dieron su apoyo para que continuara trabajando y es lo que sigo haciendo, duele porque es el trabajo de uno y es lo que uno quiere y por lo que hemos estado luchando toda la vida, porque eso es lo que nos gusta a nosotros: el juego, no esperaba que me fuesen a dejar libre». 

   La decisión de los New York Yankees ha planteado un nuevo reto en la vida de Villa, el pasado mes de junio viajó a Estados Unidos donde continúa trabajando con José Salas juntos a otros jugadores. «Sigo trabajando a ver si llega la oportunidad de continuar jugando en cualquier otro equipo, en alguna liga independiente, me siento bien y eso es lo importante, tengo el talento para seguirlo demostrando, mi meta es ser grande, y dar mucho de qué hablar, si Dios quiere y lo permite, soy joven y puedo seguir». 

   Con 21 años José Villa es un jugador de una gran versatilidad tanto en el cuadro como en los jardines, constituyendo esta una de sus principales cualidades junto a la ofensiva. Su principal arma, con una estatura de 1,85 y completamente saludable después de eliminar antiguas lesiones, al joven dominicano le queda mucho por demostrar en cualquier béisbol que le abra las puertas.

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