Por Yasel Porto
El estreno en el mejor béisbol del mundo del infielder cubano Miguel Vargas fue excelente. El talentoso pelotero de los Dodgers hizo su debut este miércoles y en esa actuación prácticamente todo fue positivo. Hasta un récord para la franquicia igualó.
El hijo del legendario exjugador de Industriales Lázaro Vargas comenzó por la puerta ancha al pegar largo doblete por el mismo jardín central contra el abridor de los Gigantes Alex Cobb. El batazo (se iba en 14 estadios de Grandes Ligas) aconteció en el segundo episodio y sirvió para poner delante a los dirigidos por Dave Roberts.
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Sin perder el ritmo y aprovechando la euforia del momento que incluyó el festejo desde las gradas de toda su familia, Miguel Antonio también inauguró el departamento de las bases robadas al estafarse la tercera almohadilla.
En su segunda visita al home plate si bien no emuló con lo sucedido en su estreno, su batazo por el infield se convirtió en hit y contribuyó para empujar a Max Muncy desde tercera base y fijar la pizarra en 2×0.
El conectar otro hit más la base robada del segundo capítulo, permitió al portentoso pelotero de 22 años de edad igualar un récord que habían conseguido muy pocos dentro de la organización de los Dodgers.
Desde que están en Los Ángeles, solo el dominicano José Offerman (19 de agosto de 1990) y Eric Young Sr. (30 de julio de 1992) habían conseguido partido multihits y base robada en su bautizo en Grandes Ligas. Y ahora se suma el oriundo de la capital cubana.
Y si vamos a la etapa anterior cuando el equipo estuvo en Brooklyn, New York, y tuvo en sus inicios el nombre de Robbins, solo John Gochnaur (1901) y Casey Stengel (1912) hicieron eso mismo.
Vargas vino por primera ocasión con bases limpias en el séptimo inning, que representó su turno menos trascendente de todo el partido tras roletear por el campo corto, en tanto en el octavo, con dos corredores en base, el cubano falló por vez primera con hombres en los senderos, al ser dominado en elevado a los jardines
De esta forma concluyó su actuación como séptimo bate y bateador designado con par de hits en cuatro veces oficiales al bate, además ser protagonista en la victoria de su equipo 3×0 ante los Gigantes de San Francisco, al impulsar dos de las tres carreras de los Dodgers
Vargas ha tenido un año fabuloso en las Ligas Menores y luego de destrozar las Clases A y AA también se mostró a gran altura en la Triple-A. Estuvo en el Juego de las Futuras Estrellas y ahora hace su debut por todo lo alto en las Grandes Ligas de Estados Unidos, afianzando así que ese talento natural también puede explotar sobre el terreno.
Felicidades, estamos garantizado el futuro para si un día los comunistas los dejan jugar por Cuba, viva el beisbol….
Que emoción y con el traje azul como vistuo Lázaro con los industriales,pa’ alante chamaco ,dios te bendiga.
Bien emocionado,por ser testigo del nacimiento de una estrella cubana en MLB
Bateador por la banda contraria, buen promedio al bate asegurado. Miguel está listo, habría que ver si los Dodger, desde ya, le hacen un hueco en la alineación. Como quiera, más adelante seguramente lo tendrá. Pero ya saboreó la Gran Carpa y eso nadie se lo puede quitar.