ENTREVISTA Adrián Sosa: ¨Querían salir de mí y me firmaron cualquier carta¨

Por Franco Miguel Alvariño

Adrián Sosa es de esos peloteros que no pasó por la pirámide del béisbol cubano. Desarrollarse en la calle complica al ascenso de los jugadores, en la mayoría de los casos los atletas que pasan por las Escuelas de Iniciación Deportivas (EIDE) tienen mayores oportunidades de integrar los equipos para los campeonatos nacionales.

“El Brujo”, como se le conoce en el mundo del béisbol, no se rindió y lo que comenzó como un pasatiempo, en el que jugaba jardines y bateaba por pura diversión termino siendo el centro de sus días.

En una provincial descubrió las oportunidades de estar sobre la “lomita de los suspiros” y tras una buena aparición, saltó del montículo a planos estelares en le pitcheo habanero, tanto así que abrió las puertas de la preselección de Industriales.

Sosa acumula diez temporadas al máximo nivel del béisbol cubano. En esas campañas acumula 210 juegos lanzados, con 27 victorias, 12 derrotas y 18 puntos por juegos salvados. De ellas ha lanzado en seis con Industriales y cuatro con Matanzas. Sus mejores números los exhibe con los cocodrilos, bajo el mando de Víctor Mesa, resultados que lo llevaron a integrar las filas del equipo Cuba,

¿Cómo inició Adrián Sosa en el béisbol?

 Empecé en la Dynamo del fanguito, cuando niño era bateador, lo hacía por puro entretenimiento. Pero un año Luis García dirige Plaza y jugamos contra Centro Habana en El Latino, que tenían entre otros atletas a Urgellés y los dos García, una banda cómo se dice; empecé de jardín derecho ese juego y me molesté bastante porque no paraba de correr en los jardines y dije que no iba a hacerlo más. Su respuesta fue que lanzara yo, así que me subí a la lomita y le propiné siete ceros hasta que en el octavo Solano me pega jonrón.

Ese año gané de 4 de 5 juegos y no empecé lanzando, hice equipo como jardinero y después el “Fino” me dijo que “botara el bate”. Me llamaron para la preselección de los Metros, no hice equipo y después me citaron para Industriales en el 2010. No llegué a jugar con Metros, solo participé en la Liga de desarrollo.

¿Dónde das tus primeros pasos?

Hay dos entrenadores que me ayudaron mucho con el equipo de Plaza, De La Torre y Alfredo, un preparador de lanzadores que tiene muchos resultados y nadie habla de él. Pavel Hernández, Adrián sosa, Frank Herrera, Elder Nodal, Marcos Ortega, todos ellos son de Plaza de la Revolución, además de que con un sub-23 fueron los primeros en pitcheo y lo tienen sentado en su casa.

¿Cuáles fueron tus principales resultados en inferiores?

En las categorías inferiores bateé .300 en el 15-16, pero nada serio, porque yo era de la Calle, nunca pasé por las EIDE, hasta las categorías de 17-18 que cómo ya te expliqué empecé a lanzar, lo que siempre supe que tenía buen brazo.

¿Cómo llegas a Industriales?

Aparte de lo que ya te conté, lancé en la Copa Antillana contra Cienfuegos que tenía un equipazo, le lancé a esa gente 4 innings y me hicieron solo una. Ya después de eso me eliminan del equipo porque no tenía la experiencia. Un día Elosegui me llama a mi casa para subirme para Industriales y ese año lancé de lo más bien.

¿Cómo fue esa primera etapa?

Un salto de calidad muy grande, un cambio brusco. De estar en la calle a jugar por Industriales e ir a un play off, a veces pensaba que estaba soñando.

¿Cómo se vive la experiencia de jugar en Industriales?

Yo lo comparo con la música, para un músico es cómo estar al lado de Michael Jackson. Un día estás en tu casa viendo a Malleta a Tabares o cualquier ídolo de la niñez tuya y de repente estás al lado de él. Además del público que te exigen mucho y eso hace que des el 100 por ciento.

¿Cómo se enfrenta un Latino lleno?

Cada cual tiene su forma de pensar y actuar. El latino no me choca tanto, tuve la suerte de tener a Víctor Mesa y Lázaro De La Torre, que son entrenadores explosivos y me enseñaron a poner una pared imaginaria para ganar en concentración, aun así, el público es muy fuerte. Sin embargo, la primera vez que jugué en el Guillermón si me impresionó, pero me gustó jugar ahí, es un medidor.

 ¿Te sentiste subvalorado en la capital?

No, ellos tuvieron esa decisión y yo la respeto, a lo mejor no he podido regalarle el mejor Adrián Sosa a la Habana y eso sea uno de los factores de mi salida. También está que en Matanzas se en que inning voy a lanzar, yo soy relevo y se que inning me toca lanzar. En industriales abría, cerraba, relevaba y eso influía en mi rendimiento.

¿Cómo llegas a Matanzas?

Una subserie estamos entrenando y me llama Víctor, me preguntó por mi estatura y por mi regularidad en el equipo y me exhortó a prepararme porque tenía condiciones. Luego, me dejan fuera del equipo al otro año y me suben a mitad del torneo, o sea que no tenía una continuidad con el equipo. Yo vivo cerca de Víctor y me lo encontraba constantemente en un parque donde iba a correr y le pregunto por la posibilidad de jugar en Matanzas.

El profesor accedió a mi propuesta y me llevó para allá, aunque él no estaba ni siquiera en Matanzas, porque era el director de la selección cubana y tuve que empezar de cero, pues no conocía a nadie, pero me fue bien y se me dieron los resultados.

Hubo un comentario de que solicitaste jugar por las Tunas también. ¿Es cierto?  

Mi madrina es de las Tunas, yo hablo con Civil porque le hacía falta un relevista y esa oportunidad estaba. Regreso a la Habana, en la provincial no me hicieron carreras limpias y me dejaron fuera del equipo, cosa que no entendí, cuando voy me llama Ferrer también e hice las dos cartas. A mí me firmaron la carta de Matanzas, lo mío es jugar pelota, fue cómo que me desecharon y querían salir de mí y me firmaron cualquier carta.

¿Cómo es jugar en los equipos de Víctor Mesa?

Al principio estaba presionado, no tenía esa afinidad con él al 100 por ciento, pero mi carácter y el de él encajaron. Víctor me dio la confianza, pero yo se la devolví con resultados: dos veces equipo Cuba con Matanzas, ganador del juego de las estrellas, buenas actuaciones en play off con Matanzas.

¿Por qué crees que ese equipo de Matanzas, el cual era sotanero Víctor logró levantarlo?

Para mí él tiene dos cosas muy buenas. La disciplina era muy importante en sus equipos, siempre inculcó eso, además de que logra tener todo el mundo contento, porque trabaja en la atención del hombre. En un béisbol que no es muy bien remunerado que te atiendan cómo lo hacía él era un estímulo importante. Además, era un hombre en todo el sentido de la palabra, podías tener cualquier problema y conversarlo con él.

El logró armar el mejor equipo de Cuba en mi opinión. Era el único conjunto que podía ir a una serie del Caribe sin pedir refuerzos. Teníamos dos equipos, en las preselecciones nos era más fácil topar entre nosotros que con otro equipo, había muchos jugadores de calidad.

¿Qué pasó con Rey Vicente Anglada?

Nada, él tomó su decisión como entrenador y hay que respetarla. Decidió que había que bajarme y me bajó.

¿Qué recuerdos tienes de los equipos Cuba?

Tuve la oportunidad de ir a Rotterdam, Holanda, un torneo de primer nivel con selecciones cómo Japón, Taipei, Holanda, tuve la posibilidad de ganarle a Holanda y a Japón; son recuerdos muy bonitos.

¿Qué sucedió en la última temporada con Matanzas?

En una subserie me dejaron en la reserva, discutí con un pitcher del equipo y me bajaron. Pienso que se equivocaron porque no me preguntaron, ni el director estaba presente, yo vine para La Habana sin hablar con el director.

¿Qué estás haciendo ahora?   

Preparándome físicamente para ver cómo se encamina mi futuro, no se dónde será, pero de algo estoy seguro: seguiré jugando pelota.

¿Te lesionaste jugando en Ciudad Libertad?

Sí, jugué con unos amigos míos y parece que del esfuerzo extra me lesioné, pero no tenía mucho dolor, ya después si fui al médico me hice unos ultrasonidos, pero ya estoy bien.

¿Tienes algún problema con Carmona?

Yo no he tenido problema con nadie, pero si para ti el líder de carreras limpias de tu Provincial no está en el equipo y tú eres el jefe es porque no lo quieres, el tendrá sus razones y hay que respetárselo.

¿Dónde nace lo del brujo?

Yo empecé a jugar con el 37 y en la charada cubana este número es brujería y se me quedó, aunque ahora me cambié el número por Odrisamer Despaigne, que es mi amigo y es una especie de homenaje a alguien que me ayudó mucho a crecer como pelotero.

¿Tienes proyección de jugar en otra liga?

Todo pelotero quisiera jugar en una liga foránea para medirse y saber cual es su nivel real, pienso que sí, que sería bueno.    

Scroll al inicio