Yadel Martí: «Es doloroso que una persona tenga tanto poder para hacer daño» (PARTE I)

Por Jerry Díaz

   Los muchachos de Avispas Santiagueras sostuvieron una interesante conversación con Yadel Martí por espacio de 70 minutos.

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   Se tocaron diversos temas, entre ellos el peculiar wind up del capitalino, la Serie Nacional, los Clásicos Industriales- Santiago y su relación con Higinio Vélez.

   Le dejamos con la primera parte de lo más llamativo dicho por el derecho de San Miguel del Padrón.

Inicios

   -Yo de pequeño tuve que mudarme a Pinar del Río por cuestiones familiares. Allí estuve en la EIDE. Cuando regresé pensé no jugar más pelota, creía que había perdido mucho tiempo, entonces comencé a trabajar como chapista.

   »En mi último año juvenil el director de San Miguel para la provincial me dio a escoger entre el Servicio Militar y la pelota. Para evadir el Servicio decidí volver a intentar con el béisbol. Comencé jugando con shortstop.

   »Luego pasé a lanzador porque el área estaba muy dura, Abdel Quintana, Rudy Reyes, era muy difícil. Yo tenía buen control, lo intenté, las cosas salieron bien y ahí me quedé.

Wind Up

   -Mi primera salida con Industriales fue ante Cienfuegos de relevo, estuve muy mal. Entré en el octavo ganando 4×1, ese inning lo saqué sin problemas. En el noveno después del primer out regalé 3 boletos.

   »No cogí la guagua para ir al hotel, me pasé dos días sin comer. Carlos Yanes me dijo: “las cosas pasan porque tienen que pasar, tienes que buscar la forma de cuando vuelvas, resolver el problema.” Él es mi pítcher favorito, lo digo siempre.

   »En Villa Clara, Anglada me dio la confianza. Al llegar al box vi un hueco que abrió Montes de Oca, a mí no me gustaba lanzar así. Entonces me corro para la tabla, pues allí había una piedra que no me dejaba pararme bien. Aunque dominé a Paret en cuatro envíos, no pude sostener bien esos pitcheos.

   »En el inning siguiente saqué a Oscar Machado con un lanzamiento. Después venía Pestano. Cuando fui a tirarle a Pestano perdí el equilibrio, entonces hice una pequeña parada y luego lancé. Pestano le protestó a César pero el árbitro dijo que yo no hice nada extraño. Vi que al yo hacer la parada le cambiaba el tiempo a su swing. Pensé: “si este que es un caballo, el mejor catcher de Cuba y le cuesta, yo voy a seguir lanzando así, además que nadie lo hacía en Cuba”.

   »Fue algo que nació de casualidad y lo aproveché. Julio Romero me ayudó muchísimo a fortalecer las piernas para poder hacer ese wind up todo el año.

Bateador más complicado

   -Te puedo asegurar que Cepeda es uno y Michel Enríquez otro. Contra ellos yo solo trataba que no me dieran homerun pero sabía que era muy difícil ponerlos out. De mi generación ellos son los dos mejores.

Estrategia de pitcheo

   -Yo siempre intentaba sacar al bateador malo para fajarme duro con el bueno. Los grandes no podían venir con hombres en bases. La cuestión es no huirle a la bola, tirar strike. Yo no era ponchador pero me daban 12 rollings por partidos, para que fueran hit tenían que salir de lado y no siempre es así. Yo confiaba en mi infield.

   »A mí no me da miedo perder. Creo que para mi físico, mi tamaño y mi velocidad hice más de lo que podía. Yo lo que hacía era tirar strike. Si el rolling salía entre tercera y short, muchas veces Germán se tiraba y sacaba el out. Cada uno con su parte.

Serie Nacional actual

   -Lo que no me gusta es el sistema de refuerzos. Nadie va a dar más que yo por hacerlo bien por mi equipo. Entonces ahora traen a uno de más calidad y quitan al de la provincia. Eso no me gusta. No por eso le quito mérito a Las Tunas, Camagüey y Matanzas.

Clásico Industriales- Santiago

   -Yo siento que no son iguales por lo de los refuerzos, ya no es un Santiago-Industriales puro. Me encantaba lanzar en el Guillermón, la conga, todo. Es difícil tener al público arriba de ti y uno con tanta responsabilidad, me gustaba.

   »El famoso homerun de José Julio me lo dio a mí. Siéndote sincero yo la vi buena bola, pero estaba muy elevado el batazo. Aunque hubiese sido foul tenía que callarme porque me dio tremendo palo, la puso a mil pies.

   »A Vera y a mí nos dieron carro. Cuando él estaba en La Habana tenía hasta la llave, yo no podía usarlo (risas). Ese es mi amigo, a veces las rivalidades duran más en los fanáticos que en los peloteros.

Higinio y la salida de Cuba

   -En 2007 fuimos al Mundial y yo lancé el juego por el oro. Eso no fue porque Higinio quiso, eso fue porque casi le di No Hit No Run a Venezuela, llegué a tirar 94 millas.

   »Ese día (en la final) no me salieron bien las cosas. Tiré 3.2 innings y luego vino el relevo. Esa fue la única oportunidad que tuvo Higinio de decirme todo lo que desde hacía tiempo quería.

   »Cuando uno sale de Cuba piensa en qué puede resolver para la familia. Por haber hecho tan buena actuación en el Clásico nos dieron un dinero. Por tanto había que aprovechar la salida para comprar cosas, porque no es lo mismo comprarlo en Cuba que en el exterior. Yo tenía una maleta de más, como todos.

   »Higinio me preguntó cuántos maletines llevaba y le respondí: “cuatro, no puedo llevarme solo 3, si dejo alguno es el de la pelota”. Él me dijo que ese no y le respondí que era el único que podía dejar: “usted me avisa, sin mi maletín no me voy”.

   »Dio unas vueltas y dijo: “quiere llevarse un maletín y no pudo aguantar 5 innings en uno de los partidos más importantes”. Parece que a él se le olvidó todo lo que había hecho antes. Yo me callé, no le dije nada.

   »Después de llegar a Cuba voy al Cerro Pelado y me dicen que me habían dado baja del equipo nacional junto a Danny Betancourt, Valeri García, Yoelvis Fiss. Ninguno de ellos estaba en el Cuba.

   »Fui a donde estaba Higinio en el Latino. Me dijo: “necesitábamos darle baja a alguien y eso fue por votos”. Yo estoy seguro que eso no fue por votos, yo lo sé, fue personal.

   »En la próxima Serie Nacional tuve buena temporada. Cuando dicen la preselección yo estaba y después no aparezco. Luego me mandan con un equipo a Ecuador. Uno de ellos me dice: “los que estamos aquí no van al Cuba, pero había que callarte la boca de alguna forma”.

   »Otra vez fui a verlo porque ya todos habían cobrado los 200 dólares que nos daban por el Clásico y mi dinero no estaba. Cuando llegué a mi casa pensé: “estoy de más aquí, este tipo me va a hacer tierra”. Yo le agradezco estar aquí a Higinio Vélez aunque no fue de la manera que yo quería. Él fue el determinante de que yo saliera de Cuba. Quiero que la gente abra los ojos y sepan que Higinio es el veneno de la pelota cubana.

   Intenté salir de Cuba al rumbo y nos cogieron. Nos llevaron a Ciego de Ávila y de ahí para La Habana. Higinio llegó a decirme que yo no tenía necesidad de irme.

   Incluso me dijo un día que yo “parecía un puerco con parásitos” (por mis trenzas). En otra ocasión me dijo: “Tú te callas que aquí para tomar decisiones hay que medir más de 6 pies”, le dije que se dejara de bonches conmigo, que yo me iba para mi casa en mi carro. Por eso te digo que lo de él era personal conmigo y es doloroso que una persona tenga tanto poder para hacer daño.

   Agradecemos a los muchachos de Avispas Santiagueras por acercarnos a uno de los ídolos de la afición cubana. Pronto tendremos en SwingCompleto la segunda parte de la conversación, aunque le dejamos el video íntegro.

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