ENTREVISTA Yasmani Fernández: de Cienfuegos a Dodgers, sueños rotos de un pelotero cubano

Por Alexander García

   Su contrato con los Dodgers pasó desapercibido, pocos lo recuerdan, incluso, él lo recuerda, pero prefiere olvidar, pues el suceso se fragmentó y en instantes efímeros, fue lo más grande y triste a la vez.

   Lo cierto es que casi nadie comenta sobre Yasmani Fernández. El tiempo lo quiere sepultar en el olvido pero él se aferra, todavía juega los fines de semana en Estados Unidos, sueña con el béisbol, con aquel tiempo hace casi quince años atrás, cuando llegó a las Series Nacionales en Cuba.

   Hay historias así, simples; al ser puestas en un primer plano, interesantes, un tanto fuertes; y cuando giramos la cámara, hacia distinta toma, palpamos el dolor, el tedio, la frustración, por años que se fueron, por el futuro perdido, por tanta juventud regalada; nos percatamos de la crudeza, la historia adquiere connotación, lo más sutil se vuelve importante.

   Para conocer sobre la vida del otrora lanzador de los Elefantes de Cienfuegos, SwingCompleto se acercó al pelotero.

   «Yo llegué a la pelota de atrevido, pues no pasé por escuelas de deportes ni nada, me vi con condiciones y me decidí. Y ha sido lo mejor, pues en ese equipo de Cienfuegos había grandes pitchers: Yosvani Peréz, Alexander Quintero, Adiel Palma, Norberto González, así y todo logré llegar», refiere Yasmani sobre sus inicios.

   Esa generación de Elefantes, de comienzos de esta década fue para muchos la mejor, en la Serie de Oro llegaron a la final de Occidente contra Pinar del Río, a la postre campeón nacional, luego en 2013 dieron tremenda batalla en semifinales frente a Villa Clara, el medallista de oro en esa temporada.

   Si mencionamos los nombres de José Dariel Abreu, Yasiel Puig, Erisbel Arrebarruena y los ya mentados, Adiel Palma y Norberto González, sin dudas, señores, que aquello era un trabuco y Yasmani Fernández estaba ahí. A propósito alega que «se pasa trabajo, siempre tienes que imponerte a las malas condiciones para entrenar, a la falta de apoyo… Yo de hecho puedo decir que no percibí nunca apoyo de nadie y hoy me enorgullece saber que fui parte de esa generación, pero fue duro, siempre salía bajo presión, muchas veces tirando buenos juegos, el manager me decía: “Si das bases te vas” y así era muy difícil».

   Cuando regresamos el tiempo hasta 2013 o 2014, nos percatamos de que ese grupo de jugadores cienfuegueros se desvaneció en el aire, la mayoría se fue del país, unos llegaron y triunfaron, como Puig y Abreu, otros, aunque lograron firmar, jamás se establecieron, como el mismo Erisbel Arrebarruena y Yasmani Fernández.

   «Después de tanto trabajo logré hacerme de un contrato con los Dodgers en 2014, eso fue lo máximo, estaba en las nubes, todo tenía sentido. Pero una cosa es llegar y otra es quedarte, las dinámicas en el profesionalismo son muy diferentes, cuando me despidieron el mundo se me vino abajo», lamenta Fernández.

   El lanzador había salido del país buscando un mejor futuro, confiaba en su talento y en sus condiciones, pensaba en su familia, en cómo ayudarla. Nos explica que «el pelotero cubano pasa mucho trabajo, tiene demasiadas carencias y así es imposible jugar tranquilo, con la mente fresca».

   En este punto muchas sensaciones emergen, dudas, miedos, incertidumbre, inseguridad asociada a esa incertidumbre, todos los sueños se desmoronan y crees que levantarte es imposible.

   «Tiene que cambiar todo, para que quiera regresar y jugar, cambiar todo, un salario digno, mejor atención», expresa Yasmani sobre la posibilidad de regresar a jugar en Cuba.

   Cuando uno escucha y lee sobre historias así, cierta mezcla de enojo y frustración emerge al percibir que no es uno ni dos, son tantos los que deciden emigrar y buscar algo mejor, demasiados diría; en las palabras de Yasmani pude sentir parte de ese sufrimiento del ser humano que es obligado a escapar y, entonces, vuelve la pregunta: ¿Qué se hace mal?

Entonces…

   Con Yasmani Fernández se conjugan elementos opuestos: la ilusión, la desilusión, el tedio, el amor, la emigración; las cosas del día a día de tantos peloteros cubanos. Aquí siento un poco de pena; bajo la mirada para alzar la cabeza y enfocar de frente otra vez.

   La foto es imponente, imponente y muy nítida, en ella se ven, con traje de los Dodgers de los Ángeles, a Yasmani Fernández junto a Yasiel Puig y Alexander Guerrero; son rostros felices, llenos de plenitud, es la meca y estar ahí lo dice todo.

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