Exgrandesliga Pedro Ramos: “Nunca debí estar fuera de Cuba, y pasar mi vejez en otro país”

Por Darien Medina

   “Me siento muy bien y espero seguir sintiéndome así por el resto de mi vida. Todos los días son importantes pero llegar a 85 años con salud  lo es más y le doy gracias a Dios por eso”.

   Estas fueron las primeras palabras de Pedro Ramos en entrevista con SwingCompleto en vísperas de su cumpleaños el pasado 28 de abril.

   Ramos tuvo una carrera de 15 temporadas en las Grandes Ligas lanzando para los Senadores de Washington en dos etapas, Mellizos de Minnesota, Indios de Cleveland, Yankees de Nueva York, Filis de Filadelfia, Piratas de Pittsburgh y Rojos de Cincinnati.

   Con un balance de 117 éxitos y 160 derrotas, promedio de limpias de 4.08 y mil 305 ponches en dos mil 355 innings y dos tercios de labor. Pedro Ramos tuvo su mejor temporada en números de victorias fue la de 1958 en la que logró 14, mientras en otras seis, alcanzó 10 o más, totalizando 7 campañas en línea con al menos esa cifra.

   Tras su paso por las Grandes Ligas jugó en México y Venezuela, donde desempeñó la doble función de manager y jugador. En total fueron 25 años como profesional. “Para mí el deporte es algo sagrado y estar en un terreno de béisbol ha sido en mi vida lo que más he apreciado; no importa el lugar donde jugara o con que equipo lo hiciera, me sentía muy feliz”, asegura Ramos.

   De su etapa en el béisbol de Las Mayores recuerda que “todos fueron buenos momentos. No siempre ganas también hay que saber perder y yo disfrutaba todos los juegos y aprendía de los errores para hacer un trabajo mejor”, reflexiona.

   Pedro Ramos participó en el Juego de Estrellas de 1959. Estuvo como cerrador por 3 temporadas consecutivas para los Yankees, donde fueron 39 los juegos salvados de un total de 54 en toda su carrera.

   Nació en El Corojo, poblado perteneciente al municipio pinareño de San Luis. Allí estuvo hace 4 años y recuerda con agrado ese momento: “Me sentí muy alegre de poder volver a estar allí, no hay palabras para describir cuando se está tanto tiempo fuera de su tierra y volver a verla, sinceramente no se puede describir”.

   La última vez que Pedro Ramos lanzó en la Isla fue para darle el título a Cienfuegos en la temporada final de la Liga Profesional Cubana en 1961. “Ese fue un juego inolvidable, porque no solo fuimos los campeones de la Liga Profesional Cubana, tuvimos la oportunidad de viajar a Panamá a la Serie del Caribe, fue un momento emocionante haber podido representar a mi país”.

   En el torneo cubano trabajó en 184 juegos de ellos 56 de manera completa, con  mil 35 innings de actuación, obtuvo 66 victorias, promedio de carreras limpias de 2,62 propinando 547 ponches.

   A pesar del tiempo que jugo el béisbol al más alto nivel, considera su paso en Cuba como una experiencia superior a la vivida en las Grandes Ligas.

   “Vestir un uniforme de Grandes Ligas es algo indescriptible, todo el mundo quiere llegar allí, pero no todo el mundo puede, pero vestir el equipo de los Elefantes de Cienfuegos en Cuba y jugar allí para mí fue algo inolvidable, inclusive lo disfrutaba mucho más que jugar en Estados Unidos”.

   Quizás ser parte de las Series Nacionales fuera una opción durante aquellos años sin embargo no recibió ninguna propuesta para hacerlo, aunque el hecho de ser profesional le impedía lanzar en los torneos amateurs. “Nunca me invitaron a regresar a Cuba, quizás lo hubiese hecho, nadie me lo prohibía, hubiese sido un placer representar a Cuba”.

   Pedro Ramos explica que la época del béisbol profesional Cuba se encontraba por encima de los torneos de los demás países de la región. “En Cuba decían un pasito más y llegaban (a las Grandes Ligas) porque estaba la AAA de los Cuban Sugar Kings y hoy indudablemente pudiese estar entre los equipos de Grandes Ligas”.

   Aun con los problemas que existen, las carencias y el éxodo de los principales talentos, el pinareño considera que se juega buen béisbol, sin embargo, deja interesantes detalles. “Si pudieran tener mejores entrenadores y más disciplina yo creo que tendrían muchos más éxitos. Cuando fui a Cuba tuve la oportunidad de hablar con Víctor Mesa, ver el equipo Matanzas y a Industriales, pude apreciar que aunque estaban en forma no aplicaban las jugadas de fundamentos del béisbol profesional, pero individualmente Cuba tuvo, tiene y tendrás grandes atletas”.

   Pedro Ramos dice no sentir preferencia por ninguno de los cubanos que juegan hoy en el béisbol de Estados Unidos pues todos hacen su trabajo y cuentan con calidad.

   “Todos los días yo recuerdo a Cuba, no hay una hora del día en que no la piense, esa es la tierra donde nací y la seguiré queriendo por siempre”, asegura con la tristeza propia de quien se sabe distante.

   Una bandera cubana acompaña su sueño cada noche junto a su cama, no es una forma de recordar, es la manera de nunca olvidarla en momentos en que no tiene claro cuándo podrá regresar, pero si nos confirma algo: “Nunca debí estar fuera de Cuba, y pasar mi vejez en otro país”.

   Después de tantos años vividos, una parte de ellos dedicados al béisbol, a Pedro Ramos le quedó un sueño por cumplir y es que “me hubiese gustado haber jugado en el Almendares porque desde niño era mi equipo, esa es mi única queja”, lamentó.

   Este 28 de abril será un día de reunión entre amigos nicaragüenses y cubanos a los que Ramos ha invitado mientras sigue esperando el día que pueda regresar y disfrutar de su tierra otra vez “porque Cuba es de todos, los que están y los que no están”, concluyó emocionado.

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