A estadio lleno, Industriales someten a Las Tunas con jonrón de Wilfredo Aroche

Por Boris Luis Cabrera

Un día después del cumpleaños 73 del estadio Latinoamericano, el Coloso del Cerro albergó la mayor concurrencia de la temporada para ver como sus Leones capitalinos paraban en seco a los Leñadores tuneros, derrotándolos con pizarra final de seis carreras por cuatro.

La tropa de Pablo Civil, después de batir cinco veces consecutivas a sus rivales de turno en los últimos choques de la primera fase del campeonato, salió impetuosa a la grama y desafió a la gran marea azul que colmaba los graderíos, marcándole un par de carreras al diestro Erlys Casanova en el primer tercio de partido, una de ellas por vuelacercas del siempre útil Andrés Quiala.

Pero este domingo no era día de conquistas ni de ataques foráneos, mucho menos de bailes en casa del trompo ni de campeones nacionales. Los Industriales, dejaron que los visitantes se adentraran bien en la espesura de la confianza, que bajaran la guardia con cautela y que Yoelkis Cruz se relajara en el montículo, para salir de la cueva con esa garra que los caracteriza y asestar el golpe mortal en menos de treinta minutos.

Cinco veces pisaron la goma del plato cerrando el tercer episodio para dejar claro, que al menos este día, la victoria era azul y se quedaba en casa.

Dayron Blanco, el refuerzo Alberto Calderón y Yhosvani Peñalver, sonaron cohetes consecutivos para fabricar la primera y remover un poco al abridor oriental; Wilfredo Aroche, una vez más montado en su vergüenza y justificando su tercer turno en la alineación desapareció la esférica para que los suyos tomaran el mando de las acciones; Jorge Enrique Alomá siguió la fiesta y se anotó un sencillo que hizo temblar el box y luego se unieron el doble remolcador de Oscar Valdés y el cañonazo impulsor de Andrés Hernández para detonar la bomba que al fin hizo saltar por los aires al veterano Cruz.

Suficiente. Un hachazo solitario de Danel Castro fue todo lo que los Leñadores pudieron hacerle de más a Casanova antes de que terminara su labor después de seis episodios, y una anotación sucia a Miguel Ángel Lastra en el “lucky seven”, cerró la producción de la jornada.

No era día de simulacros, el combate era real sobre el césped, pero el “Rey” siguió probando el coraje de sus refuerzos con las tribunas congestionadas y trajo al espirituano Yanieski Duardo para que diera el tiro de gracia… y lo dio, retirando por su orden a los cuatro adversarios que enfrentó.

Buena noticia para los parciales azules, no solo por el triunfo ante uno de sus rivales más encarnizados, como por la actuación de los recién llegados: Alberto Calderón ligó tres imparables en cuatro turnos, Casanova caminó seis entradas ante una de las toleterías más fuertes del campeonato aceptando apenas tres anotaciones, Lastra no toleró limpias, y Duardo no permitió libertades para anotarse el salvamento.

Que siga la conga sonando, esto empieza ahora.

Nos vemos en el estadio.

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