Por: Álex Fernández Fernández
Aquel 25 de septiembre de 2016 resultó de los días más tristes para la pelota de Cuba. Uno de los mejores lanzadores jóvenes de los últimos años perdería la vida en un trágico accidente justo en el mar, de donde parecía haber venido.
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Hoy estuviera cumpliendo las 3 décadas de existencia José Delfín Fernández quien ya se había ganado el cariño de Miami no solo por sus actuaciones sino además por su carisma.
Paradójico porque con 14 años ya se había lanzado al mar tras emigrar de forma ilegal desde Cuba. Aquel rescate fue tremendo porque socorría a su propia madre que en esta oportunidad no podría evitar que el bote de 30 pies arrastrara el fatal desenlace de quien fuera su salvador.
Debutó en la MLB el 7 de abril de 2013 y su entrenador Eduardo Chinea diría que “este será el mejor pitcher cubano en la historia de las Grandes Ligas».
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Su partida nos dejó dos cosas: la desolación y estos números siguientes.
En 76 juegos ganó desde el montículo 38 y perdió 17. Su promedio de carreras limpias fue de 2.58 en 471 entradas lanzadas. Ponchó a 589 rivales y el WHIP lo mantuvo en 1.05. Todo en tres temporadas.
