EXCLUSIVA: “Ni estuve en tráfico humano ni me aproveché de los peloteros. La condena fue injusta pero mi conciencia está tranquila”

Por Yasel Porto

La figura de Julio Estrada provoca gran controversia en el mundo del béisbol. Hoy día el exagente de peloteros se encuentra en la etapa final de su condena de cinco años tras ser encontrado culpable de tráfico de personas, que en este caso se trató de peloteros de los cuales varios de ellos todavía hoy juegan en las Grandes Ligas de Estados Unidos.

En entrevista que sostuvimos en exclusiva para Swing Completo el hombre que desarrolló carrera como jugador en sus inicios en Cuba y que luego en Estados Unidos se vinculó con el proceso de salida, entrenamiento y representación de peloteros, comentó sobre varios puntos polémicos en extremo.

Julio insistió en su inocencia al esgrimir una serie de argumentos que según él lo exoneran de culpa con respecto a lo que tiene que ver directamente con tráfico de personas.

“Yo no tengo nada que ver con contrabando de personas como me señalaron en el juicio porque yo no participaba en la salida de los peloteros. Mi trabajo era entrenarlos en Dominicana, Haití o México y luego negociarles un contrato de Grandes Ligas. Mi conciencia está tranquila y considero que el proceso contra mi persona y contra mi colega Bart Hernández fue injusto”, señaló el habanero que se vinculó con destacadas figuras del béisbol como José Dariel Abreu, Jorge Soler, Henry Urrutia y Ariel Miranda, entre otros.

Actualmente Julio no tiene vínculo con la mayoría de los peloteros que se relacionaron directamente con él, incluido alguien bien cercano en el pasado como lo fue Abreu, de quien algunos señalan se aprovechó económicamente de manera considerable.

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“Todo eso que dicen es mentira. Yo no me aproveché de nadie ni como me señalaron que éramos personas avariciosas. Yo simplemente cobré mi parte de la negociación en los contratos con mis representados que en total hicieron 144 millones de dólares. Mi conciencia está tranquila en ese sentido”.

Estrada dijo estar en desacuerdo con el convenio entre la MLB y Cuba por la cantidad de trabas que ponen las autoridades cubanas, las cuales deben cambiar su mentalidad a la hora de lidiar con Grandes Ligas.

Este es un tema polémico en extremo pues hay muchos que están en desacuerdo con la complejidad del proceso que viven los peloteros para poder salir de Cuba y firmar un contrato con el béisbol estadounidense. Incluso algunos han caído en manos de carteles de droga en México o personas con escaso nivel de conocimientos de béisbol y de calidad humana.

A Julio Estrada lo sancionaron a 63 meses de privación de libertad en 2017 y actualmente cumple la parte final de su sanción en la condicional. Próximamente dijo que se incorporará a la sociedad completamente y tratará de retomar su vínculo con el béisbol. A Bar Hernández lo condenaron menos tiempo.

“La pelota es mi pasión y buscaré la manera de mantenerme vinculado con ella para seguir contribuyendo al juego y a los peloteros cubanos. Tengo dos hijos que vienen muy bien y ojalá puedan cumplir el sueño de llegar lejos dentro del béisbol profesional”, comentó el hombre que llegó a ser uno de los receptores más talentos de la capital a finales de los años noventa.

En estos momentos Julio trabaja en un sitio destinado por el gobierno hasta la tarde y luego tiene que pasar la noche en otro lugar asignado por el gobierno federal hasta que dentro de unos meses pueda estar ya en su casa para cumplir el tramo final de la libertad condicional.

Aunque Estrada y Hernández cumplieron prisión por el delito de tráfico de personas, antes y después de su condena ha habido otros que han estado alrededor de este mecanismo con los peloteros cubanos. De hecho, en los últimos cinco años se ha producido el mayor pico histórico en el éxodo de jugadores, ya sea salidas legales, vía marítima y abandonando un equipo en un evento internacional.

Aquí la entrevista completa en exclusiva para Swing Completo:

Y es que mientras no exista un acuerdo formal que permita el libre tránsito de peloteros desde Cuba hacia los Estados Unidos, sin restricción alguna, los beisbolistas de la Isla seguirán utilizando la vía que encuentren para intentar un contrato como profesionales en Estados Unidos y de paso mejorar sus posibilidades económicas y así contribuir más con su familia. De momento y por un largo período futuro es algo que no parará ni siquiera con estas condenas de cárcel para algunos de los que han estado involucrados. Simplemente porque los propios jugadores son y serán los primeros interesados en llegar como puedan.

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