EXCLUSIVO: El emotivo abrazo de despedida de Brian Chi del que ya se puede hablar

Por SwingCompleto/ contacto@swingcompleto.com

La fuga del talentoso lanzador de Industriales Brian Chi del equipo que llegó hasta la discusión de la medalla de bronce en el Mundial Sub-23 de México, además de ampliar a nueve el récord de más quedados en un evento internacional de béisbol, permite que se saque a la luz uno de los hechos más emotivos que tuvieron lugar el Preolímpico de Florida hace cuatro meses.

En aquella competencia, a pesar de que muchos pensaban que Chi seguiría los pasos de varios de sus compañeros, finalmente abordó el avión con destino a La Habana llevando consigo muchísimas cosas para su familia, incluyendo un teléfono para su abuelita que tanto le insistió a nuestro amigo y colaborador Humberto Monier, dueño de la compañía de teléfonos preferida de los peloteros cubanos en Miami, Movil Server.

Lo otro que también sucedió y que es la esencia de este artículo, fue aquella despedida llena de emoción en el hotel de West Palm Beach donde se alojó el elenco cubano, con uno de los que tomó la determinación de abrirse un nuevo camino en el profesionalismo.

Nos referimos al abrazo entre Chi y su compañero en Industriales, el también lanzador Andy Rodríguez, quien renunció a continuar su contrato en Japón, rompiendo así con la Federación Cubana y optar por una firma en el béisbol de los Estados Unidos.

Humbertico fue testigo de aquella escena que en realidad representó una despedida muy temporal, por lo que acaba de pasar en México. Si bien aquella reacción dejó bien claro que Brian conocía las intenciones de su amigo, lo más probable es que el primero todavía no tuviera decidido lo que pasaría en su futuro inmediato.

Fue un alto riesgo asumido por Chi, pues con el tema de la pandemia corría el riesgo real de no participar en el certamen sub-23, o que no fuese incluido en el equipo por cualquier razón, lo que entonces lo hubiese obligado a irse por el mar o esperar más adelante a que llegara un nuevo viaje.

Cuando Chi y Andy se despidieron en el hotel, a éste último le quedaban varios días de estancia en Estados Unidos porque su pasaje a Japón era media semana después, aunque ya varios sospechaban que tomaría la decisión de no retornar al país asiático.

Obviamente que para su compañero de cuarto y de selección provincial era una certeza, ya fuese porque el propio Rodríguez se lo había comentado o por deducciones lógicas confirmadas por la manera en que se despidieron.

Muchos consideran que fue errada la decisión de Andy, no de quedarse en Estados Unidos, sino de no viajar después a un tercer país para obtener residencia y firmar en el draft internacional, pues ahora está obligado a entrar en el draft amateur por un salario inferior y a suerte y verdad en cuanto a la organización que lo obtenga dentro de un listado en el que aparecerán decenas de lanzadores norteamericanos con igual o mayor talento que él, sobre todo en cuanto a la velocidad de su recta.

Ahora mismo Chi tiene en sus manos dos alternativas fundamentales. Si cruza la frontera y se asila en el país donde estuvo hace cuatro meses durante el preolímpico pasará por el mismo proceso de su amigo, pero si por el contrario se queda en México u otro país del área para tener la agencia libre podrá aspirar a un mejor salario que Rodríguez.

De su determinación, que posiblemente tenga la asesoría de algunos cercanos a él y hasta el agente que lo representará, dependerán muchas cosas, incluyendo el volver a abrazar a su amigo ahora en circunstancia totalmente distintas. En esta ocasión de seguro habrá llanto de nuevo, pero el mismo tendrá un matiz menos triste e incierto que aquel abrazo del que hoy ya todos conocen pero que en su momento solo supieron unos pocos por evitarle cuestionamientos y hasta problemas a Brian al regresar a Cuba.

Ya con la baja de su relevista estrella Industriales se veía en situación bien compleja para la próxima temporada. El perder ahora a su principal abridor le torna bien oscuro el panorama a los Leones de Guillermo Carmona, teniendo en cuenta la debilidad en general de un staff de lanzadores con talento pero con escasas realidades.

Precisamente las dos más importantes dicen adiós de Industriales y de su afición sin abrazos, pero con el pesar y hasta las lágrimas de muchos, tanto los fanáticos como los jugadores que se quedan más estos que ya no estarán más para así continuar una tradición que cada día sigue creciendo y que está bien lejos de tener fin.

De hecho, este último torneo internacional ha hecho romper a Cuba y con creces el récord de más deportistas fugados en un evento beisbolero. Las nueve bajas de ahora superan por mucho a los cinco industrialistas que en 1996 dejaron a un lado a la escuadra de Pedro Medina que participaba en el último Clubes Campeones al que asistió un equipo de la Isla.

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