Fanáticos proponen iniciativa para responder a la nueva afrenta contra Pacheco

Por Kiara González 

   El hecho lamentable de no incluir el nombre y número de Antonio Pacheco Massó dentro del grupo de estrellas santiagueras sobre el dogout de home club del estadio Guillermón Moncada, ha sonado mucho más en las redes sociales durante este fin de semana que el mismísimo Juego de las Estrellas.

   A partir del oportuno señalamiento del periodista Boris Luis Cabrera, asistente a la jornada celebrada en Santiago y que reunió a buena parte de lo más sobresaliente de esta edición 60 de la Serie Nacional, tuvo amplia repercusión en los fanáticos y no solamente entre los simpatizantes de las Avispas y del conocido “Capitán de Capitanes”.  

   Muchos se hicieron eco de una iniciativa que se ha hecho sentir básicamente por esa exclusión, pues casi nadie celebra la idea ni a las luminarias incluidas. 

   «Las cosas se hacen bien o no se hacen. Si no podían poner a Pacheco por alguna razón era preferible no hacer absolutamente nada, porque están eliminando de ese listado al que posiblemente sea el pelotero santiaguero más importante», dijo Manuel Solórzano en una de las tantas publicaciones compartidas sobre el tema. 

   Pedro Manuel Bolaños fue muy enfático también en su comentario, diciendo en un fragmento de su réplica: «Hasta cuándo van a querer borrar la gran historia de uno de los jugadores más grandes que ha tenido este país. Estamos en el 2020 por favor, acaben de pasar la página». 

   Igualmente hubo criterios duros de periodistas y no solo de los llamados medios alternativos, quienes también consideraron muy desafortunada la decisión de apartar el nombre del líder de la mejor generación de jugadores de la provincia, la cual tuvo su momento climático cuando ganaron tres títulos consecutivos entre 1999 y 2001 dando origen al mote de “La aplanadora santiaguera”. 

   A raíz de todo el malestar provocado en miles de personas por una idea que para casi todos está incompleta por el motivo explicado, no pocos sugirieron responder más allá de simples quejas en las diferentes plataformas sociales con el objetivo de darle el lugar que le corresponde al destacado ex segunda base y manager.

   Entre las iniciativas populares que más protagonismo ha tenido está que cuando se permita el acceso al público al estadio santiaguero, la gente vaya con un número 6 pintado en alguna parte del cuerpo o la ropa, y hasta con carteles que simplemente digan el nombre del dos veces campeón olímpico y titular mundial en siete oportunidades. 

   La convocatoria ha ido cobrando fuerza entre muchos residentes en la provincia, que después de indignarse por este suceso se han querido sumar a un homenaje netamente popular donde se demuestre el sentir de la gente con relación a los logros deportivos de un atleta que le dio siete coronas a las avispas entre el juego activo y la dirección. 

   Habrá que ver de todos modos si no se duerme esta iniciativa para cuando se abran las puertas a la afición, o si existe una negativa en el estadio para este tipo de homenaje en el no existan críticas a nada en particular, solo un homenaje a quien no ha cometido crimen alguno más allá de tomar una decisión migratoria sin siquiera declarar algo contra su país. 

   Vale recordar que la polémica alrededor de Pacheco comenzó a tomar fuerza desde que en 2014 decidió romper su vínculo contractual con Cubadeportes cuando estaba en una misión en Canadá, radicándose posteriormente en la ciudad estadounidense de Tampa. 

   Durante estos seis años ha habido una campaña para apartar su legado deportivo de cuanto espacio o proyecto sea posible. Uno de los que más ha contribuido en su marginación ha sido el actual Presidente de la Federación Cubana de Béisbol Higinio Vélez, quien vivió de cerca el proceso de su “deserción” y ha estado satanizando constantemente en diversos lugares a quien fuera su capitán cuando dirigía a Santiago de Cuba. 

   Quizá hasta esta situación surgida en este Juego de Estrellas, el otro gran ejemplo de supresión de la figura de Pacheco bien conocido y criticado había sido el Salón de la Fama del béisbol cubano, con una votación congelada y una posterior suspensión “temporal” a causa de que debía ser elegido al mismo a consideración de la mayoría de los miembros del Comité de Selección. 

   Después de volver a contar su versión de la historia migratoria del mítico ex jugador y manager, Higinio llegó a decir en una de las reuniones para retomar el proyecto que «Pacheco no podía estar porque el pueblo así lo quería y si no le creían que fueran a preguntar a la Plaza de la Marte para que comprobaran el mal criterio que había de él en su propia tierra». Mientras, el entonces Director Nacional de Béisbol, Yovani Aragón, de una forma bastante descompuesta cuestionó al grupo de cronistas e historiadores por haber emitido una lista de pre-candidatos a elegir en el coloquio de 2018 que jamás se celebró, a causa de que Pacheco fue el único que logró el 100 % de consideración.  

   Por cierto, que en un concierto del cantante Cándido Fabré durante la primera y única exaltación al Salón de la Fama realizada en el marco del Juego de Estrellas Granma 2014, el popular artista dedicó un espacio y a modo de improvisación cuestionó que Pacheco no hubiera estado elegido en aquel momento. Su reclamo fue aplaudido por miles que personas que lo acompañaron en la velada. 

   Después de cumplir con las leyes civiles que le impedían volver a la Isla finalmente, el actual entrenador de la organización de los Yanquis de Nueva York pudo viajar este año a Palma Soriano y la capital provincial santiaguera, reencontrándose así con su numerosa familia y compartir con infinidad de amigos y seguidores. 

   La televisión ha tenido una mejor actitud que el INDER y la Comisión de Béisbol, ya que después de estar excluido de resúmenes históricos, documentales y mención de su nombre en programas y transmisiones, en los últimos tres años se ha visto en muchos materiales y se ha hecho referencia a él cuando ha sido necesario. Incluso hasta su memorable jonrón en la final de 2001 frente al pinareño Pedro Luis Lazo se ha disfrutado en varias ocasiones. 

   Habrá que ver cuándo acaba esta novela de prejuicios y absurdos con Antonio Pacheco, en la cual disputas personales de dos o tres personas han magnificado demasiado un asunto que mientras más pasa el tiempo da pie a hechos vergonzosos como el del Guillermón Moncada, los cuales lo único que hacen es echarle más tierra encima a los que toman ese tipo de decisiones.  

   Nadie puede nadar contra la corriente ni ir en contra del sentimiento de millones de personas que si bien se molestan cuando intentan una y otra vez eliminar de nuestra historia a un contribuyente de lujo, terminan dándole mucho más valor, incluso por encima de un Salón de la Fama, un número escrito sobre un dogout o una gigantografía, a la admiración infinitiva de la mayoría de un pueblo.

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