EXCLUSIVA: Estrella histórica de Industriales explicó por qué su hijo cambió La Habana por Sancti Spíritus

Por Yasel Porto

Han sido anunciadas casi todas las preselecciones de donde saldrán los equipos de la próxima Serie Nacional de la pelota cubana y algunos nombres han llamado la atención. Ya sea por ausencias, regresos y traslados, la temporada beisbolera de Cuba volverá a ser sumamente activa en cuanto a movimientos si la comparamos con la precedente.

Sancti Spíritus será uno de los que sufrirá más cambios con relación a la edición anterior después de perder a un buen número de atletas entre deserciones, lesiones y permutas, aunque también aparecen por primera ocasión en su listado atletas que atraen a muchos por causas variadas. El concentrado inició sus entrenamientos oficialmente el pasado 15 de noviembre en el estadio José Antonio Huelga de la capital yayabera.

En el área de lanzadores de los Gallos, la más dañada a priori tras la salida del conjunto de parte de su columna vertebral, nos encontramos con Brayan Montieth, hijo de uno de los monticulistas más destacados en la historia contemporánea de Industriales como lo ha sido sin dudas Frank. Incluso más allá del contexto habanero llegó a estar entre los mejores tiradores de la Isla en sus primeros años dentro de las Series Nacionales.

Precisamente con éste último tuve la posibilidad de conversar este martes para conocer los detalles de la permuta de provincia de su primogénito junto con otros aspectos de interés.

“Él hizo se presentación con los entrenadores de Industriales y evidentemente su demostración no fue del agrado de ellos. Sin embargo, Eriel Sánchez tuvo una impresión totalmente distinta y por eso habló con él para llevárselo para Sancti Spíritus para al menos luchar un puesto en el equipo definitivo”, expresó Montieth, campeón olímpico de Atenas 2004.

Frank, quien actualmente reside en Italia, detalló que Brayan tiene 20 años de edad (cumplirá 21 en enero) y como se puede ver en la foto de este artículo ya lo supera en estatura. No obstante, y pese a este factor de su lado todavía no se acerca a otros aspectos que convirtieron a su padre en uno de los prospectos mayores que ha tenido el pitcheo cubano en el actual siglo. Uno de esos elementos es la velocidad pues el ahora gallo todavía no supera las 90 millas por hora de manera sostenida.

Montieth Sr. se ha mantenido ayudando siempre a su hijo en el plano deportivo además de lo personal, aunque por la distancia física actual la decisión de buscar un puesto en la Serie Nacional por primera vez en un lugar más allá de su provincia natal fue básicamente del segundo.

“Yo pienso que él tiene mucho por aprender y por mejorar, pero tiene condiciones para hacerlo. Incluso su velocidad puede subir mucho si él se lo propone con una preparación constante y mucha disciplina”.

Cerrador en sus inicios y convertido luego en uno de los abridores de puntería de Industriales pese a las lesiones, Frank decidió hace cuatro años apartarse definitivamente de la pelota cubana para enfocarse a tiempo completo en Italia desde el punto de vista profesional. No fue por la falta de fuerza física y hasta de capacidad para aportarle a la causa de los Leones, sino a causa de la decepción por una serie de decisiones que lo afectaron.

Este año alcanzó en Italia un título de Jugador más Valioso y todavía tiene la meta de alternar el trabajo como entrenador en categorías inferiores con el de serpentinero.

Sobre la opción de volver a las filas de Industriales consideró que aunque en la vida nada es absoluto difícilmente pueda vestir en el futuro el uniforme azul como atleta activo.

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