Por Yasel Porto
Aunque del impacto en la actualidad del COVID-19 prácticamente no se habla ya, no son pocos los que siguen padeciendo su incidencia. Ya sea por contrater el virus o por las secuelas dejadas por éste en el cuerpo de determinadas personas.
En ese caso está el exlanzador de Industriales y los Boston Red Sox Rolando Viera Mezquía, internado esta semana en un centro médico de Naples, Florida, por resentirse de forma considerable su estado de salud. En especial lo relacionado con el sistema respiratorio, el más atacado por este virus.
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El propio exjugador de 49 años de edad se comunicó conmigo en la mañana de este sábado y con mucha dificultad para hablar me comentó parte del entorno que lo rodea actualmente.
«Empecé a sentir mucha falta de aire y problemas al tragar, por lo que tuve que venir urgente para el mismo hospital donde me traté el COVID hace un año ya. Los médicos me ratificaron que todo es parte de las secuelas y ahora mismo estoy en un tratamiento que no sé que tiempo me llevará», fue parte de lo expresado por el integrante de los equipos habaneros (Industriales) entre 1995 y 2001.
En esa etapa llegó a ser uno de los mejores lanzadores zurdos de Cuba, sobre todo entre los años 1999 y 2001. Fue uno de los caballos de batalla para que Industriales llegara a la final contra Santiago de Cuba en la temporada 1998-99.
Viera, quien después de emigrar en 2002 formó parte de la organización de Boston Red Sox (Ligas Menores), se debatió entre la vida y la muerte durante meses por la razón señalada anteriormente. Por fortuna logró salir adelante pero fue un duro proceso de recuperación. Hasta la movilidad de manos y piernas había perdido.
Luego de mucho tiempo sin poder salir de su casa en la ciudad playera de Naples, Viera alegró a mucha gente al asistir al tradicional juego de veteranos del béisbol cubano en Miami. Él mismo fue manejando hasta allí y todo lo que se vivió alrededor de su figura fue emocionante en extremo.
Ahora el panorama, si bien no llega al nivel de gravedad que la otra vez, tampoco es tan simple. Además, en esta ocasión está afrontándolo sin un solo familiar al lado pues ya no tiene a su esposa junto a él. El resto de sus seres queridos (hijos incluidos), no tienen comunicación con Viera. «Solo un sobrino se comunica conmigo, pero ahora mismo no puede venir porque está acabado de llegar a Estados Unidos», me comentó con la voz rajada.
Dios ponga sus manos nuevamente sobre Rolando Viera para que logre salir de esta nueva batalla compleja. Es el deseo de muchos que ya le han escrito personalmente o comentaron en el post de mi página de facebook.