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El español Ilia Topuria (17-0) cumplió con la promesa que hizo antes de la versión numerada de UFC 317 y se adueñó de la faja de campeón del peso ligero este 28 de junio, con lo cual inauguró un club que lo tiene a él como único integrante. El brasileño Charles Oliveira (35-11) se sumó a la larga lista de aquellos que sucumbieron ante una de las caras visibles de la afamada empresa de artes marciales mixtas.
La lucha se desarrolló en el T-Mobile Arena en Las Vegas y las expectativas eran muchas. El sudamericano calentó la previa una y otra vez, pero el europeo siempre mantuvo la calma y se limitó a decir que ningún adversario está a su nivel. Las palabras del actual titular de peso ligero terminaron siendo ciertas.
Charles Oliveira intentó ser la «piedra en el zapato» de Ilia Topuria, pero este último es un sólido exponente de varias modalidades y lo evidenció una vez más. La lucha en el suelo y el striking no le son ajenos al natal de Georgia. Precisamente, una ejecución de boxeo finiquitó el pleito en el mismo round inicial.
17 – 0 🌹 pic.twitter.com/G4AJfQ5W4b
— Ilia Topuria (@Topuriailia) June 29, 2025
Superioridad manifiesta de Ilia Topuria
Los primeros segundos de la porfía fueron de constante actividad y el brasileño quiso sorprender a su contrincante con un derribo. La acción resultó efectiva, pero la defensa del español relució una vez más. «El Mat*dor» evitó una llave a su pierna y escapó del único momento complejo que vivió en la velada.
La continuación del combate sorprendió a los asistentes al recinto del T- Mobile Arena en Las Vegas. El representante de España posee un boxeo muy superior a sus colegas en UFC y lo utilizó por enésima ocasión. Un derechazo directo al rostro de Charles Oliveira puso el punto final, pues este último se desplomó sobre el escenario. El rem*te que apareció a continuación obligó al imparcial a separar a los atletas.
No hubo sorpresas. La premonición del vencedor fue una realidad y los méritos del mismo escalaron un peldaño más. El ganador no perdió tiempo y retó públicamente al británico Paddy Pimblett, quien subió al octágono y protagonizó un encontronazo físico con quien lo convocó. La actuación de terceras personas se hizo necesaria y el personal de seguridad los alejó ante la actitud cada vez más candente de ambos.
Hito histórico en UFC
Desde el punto de vista estadístico el evento trajo consigo un dato relevante. Ilia Topuria obtuvo su segundo título absoluto, pero esta vez lo hizo en una división distinta. Este hecho lo convirtió en el décimo atleta que logró esa dualidad. Pero, el ibérico irrumpió en los libros de hazañas por otro aspecto que demostró su potencial sin límites.
«El Mat*dor» es el primer exponente de este deporte que alcanza dos diademas sin conocer el sabor de la derrota. El récord impoluto tras 17 enfrentamientos es un sinónimo de las habilidades del mismo en un octágono. Por la esquina contraria han pasado verdaderas luminarias, pero ninguno pudo con la estrella de UFC. La alta directiva de este deporte cuenta con un atleta fenomenal en Ilia Topuria, capaz de destruir a sus retadores en cuestión de minutos.
Ilia Topuria might end up being the greatest of all time #UFC317 pic.twitter.com/faeAH1kI94
— Jow (@ApocalypseJow) June 29, 2025
Pero lo que lo hace aún más especial no es solo su récord invicto, sino la forma en que ha convertido su bandera en una causa. En cada victoria, el peleador hispano-georgiano no solo gana para sí mismo, sino que pone en alto a España en un deporte dominado históricamente por estadounidenses y brasileños. Su ambición de llevar un evento de UFC al Santiago Bernabéu ya no parece descabellada: con cada KO, Topuria llena de argumentos su sueño
Además, Topuria está redefiniendo lo que significa ser campeón: lejos del molde tradicional, su mezcla de carisma, confianza y mensaje nacionalista ha captado la atención de medios y fanáticos. Mientras otros campeones prefieren el silencio o la diplomacia, él lanza declaraciones que se vuelven virales y construye una narrativa de invencible nuevo rey del peso pluma. Lo suyo no es solo golpear —es dejar huella.