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La historia deportiva del cubano Javier Sotomayor está cubierta de lauros, pero el exsaltador padeció en sus inicios de una situación que lo marginó de participar en dos Juegos Olímpicos, con lo cual se malgastó la posibilidad real que el «Principe de las Alturas» sumara par medallas a su historial. El boicot que llevó a cabo la delegación cubana a las justas veraniegas de Los Angeles 1984 y Seúl 1988 significó un durísimo revés en las aspiraciones de varias luminarias atléticas de la Mayor de las Antillas. El matancero estuvo entre los afectados.
Javier Sotomayor era un adolescente prodigio en el año 1984, pues a pesar de sus 16 años de edad en aquel entonces, ya poseía una marca personal de 2.33 metros, lo que lo convirtió en un candidato de fuerzas a ocupar el podio. La situación en la edición cuatrienal de Seúl fue aún más grave, debido a que el caribeño tuvo sobre su anatomía el cartel de favorito.
Hablar de estos complejos instantes es un sendero de amargura para el recordista mundial, pero asumió el reto y rememoró tales vivencias en una entrevista que concedió recientemente al canal de Youtube Los Suplentes. El yumurino colocó su mirada en un primer instante en la lid que se efectuó en tierras norteamericanas, en el año 1984.
Parecer de Javier Sotomayor
«En el momento que nos anunciaron que no íbamos a participar yo era muy joven e incluso internamente pensábamos diferente, pero sí, la espina esa siempre quedó. Si yo intenté ir a los Juegos Olímpicos de Atlanta estando mal imagínate tú las ganas que uno tiene de intentarlo sabiendo que está bien.», recordó.
Javier Sotomayor aseguró que su edad no hubiera sido un punto en contra, pues él estaba listo para competir contra los mejores saltadores del mundo y así lo demostró. Recordemos que en la mencionada justa bajo los cinco aros, el primer puesto perteneció a Dietmar Mögenburg, con un mejor registro de 2.35 metros.
«Los países socialistas que no participaron en Los Angeles realizaron los Juegos de la Amistad que yo gané, lo que quiere decir que yo estaba preparado mentalmente aunque en ese momento era joven. En el año 1985 participé en el Campeonato Mundial en pista cubierta y cogí medalla de plata. Quiere decir que ya yo estaba a un nivel entre los mayores. No solo por los resultados, pues mentalmente estaba preparado.», indicó.
Punto más crítico
La mayor desgracia ocurrió en el año 1988. El oficialismo del deporte cubano exigió al Comité Organizador que la reunión multideportiva fuera compartida entre Corea del Sur y Corea del Norte, en una petición que pasó inadvertida. En respuesta, un nuevo boicot de la isla apareció y no se inscribieron para las competiciones en Seúl.
«En el año 1988 las posibilidades eran mayores, ya que 10 días exactos de la final yo hice mi primer récord mundial (2.43) y ahí se ganó con 2.38 y después con 2.36 se obtuvo plata y bronce. Quiere decir que las posibilidades de ganar o de ser podio eran altas. Por lo menos yo tuve la oportunidad de ir a otros Juegos Olímpicos, pero muchos no pudieron.», sentenció el exsaltador.
Javier Sotomayor fue uno de los centenares de atletas que vieron vetados dos chances de encumbrarse en los magnos escenarios de los Juegos Olímpicos. La diadema absoluta de Barcelona 1992 y la presea plateada en Sidney 2000 terminaron en sus vitrinas, pero nunca olvidará el pasaje de la historia que lo apartó de la gloria por decisiones políticas.
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Cronista del Universo Atlético y Analista de Béisbol con experiencia en varios sitios web. Licenciado en Cultura Física con 17 años como entrenador deportivo. Desde marzo de 2023, miembro del equipo editorial de Swing Completo para la cobertura de Grandes Ligas y Pelota Cubana.