Jorge Oña, de los Industriales al roster de 40 de los Padres este 2020

Por Darien Medina Bonilla

Si me interesaba la Serie Nacional en aquel momento, pero no me dieron muchas oportunidades. Comenzaron a llegar llamadas de personas interesadas  en mí por el buen desempeño que tuve en el Panamericano y decidí perseguir el sueño de la MLB.

El tiempo de Jorge Oña fue brevísimo en los Industriales, apenas una temporada sin oportunidades para un muchacho que venía de ser protagonista en el Campeonato Panamericano de la COPABE 18U en 2014. 

En este torneo tuvo un promedio de 636 con 14 imparables en 22 turnos, disparó 4 jonrones en la misma cantidad juegos. Recibió 8 bases por bolas y se ponchó en 5 ocasiones. Tuvo un slugging de 1364.

Sobre su tránsito hasta lograr la firma con los Padres, sus experiencias en las ligas menores y sueños para este 2020 conversó con este joven SwingCompleto.

¿Qué nos puedes comentar de tu etapa en Cuba?

Fue buena, me desarrollé en la EIDE y en la categoría juvenil. Tuve la oportunidad de jugar y hacer amistades con personas que hoy en día están firmados con equipos de la MLB y entrenadores que me ayudaron muchísimo.

¿Los Industriales?

Ese es el sueño de todo pelotero de La Habana desde que es niño. Tuve la oportunidad de jugar aunque no fuese mucho, me hubiese gustado  haberlo hecho más, pero al menos estuve un año en que aprendí mucho. Fue una buena experiencia. 

¿Tuviste que analizar mucho la decisión de buscar el sueño de la MLB?

Sí, la analicé mucho con mis padres, teníamos que dejar todo atrás sin saber a lo que uno se iba a encontrar en el otro lado y empezar de nuevo.

¿Cuál fue tu destino cuando saliste de Cuba? ¿A qué te enfrentaste tras tu llegada?

Llegué a República Dominicana, mucho entrenamiento y preparación para poder firmar. De los scout se encargaban otras personas que eran quienes gestionaban mis presentaciones. Para mí fue empezar de cero, era enfocarme en lo que quería, firmar un contrato en la MLB.

¿Eran diferentes estos entrenamientos a los que te habías enfrentado en Cuba?

Totalmente diferentes, la preparación era más fuerte, el sistema, la metodología para los entrenamientos de bateo. Yo me preparaba para alcanzar un contrato por lo que eran bien rigurosos.

En la mañana gimnasio, luego en el terreno a partir de la una de la tarde hasta casi las cinco o las seis bateando, corriendo y fildeando. Es una preparación diferente a la de Cuba.

¿Te costó trabajo adaptarte a tanta exigencia?

No me dio tanto trabajo porque yo estaba motivado para alcanzar mi meta. Había salido con un objetivo, sabía que toda esa exigencia y ética de trabajo que tenía que tener me iba ayudar a alcanzar mi sueño. No me costó adaptarme.

Llega el momento de la firma con los Padres. ¿Fueron ellos siempre los que más interés mostraron u otros equipos se te acercaron?

Varios equipos se me acercaron, les hice presentaciones, me invitaron a cenar. Pero fueron los Padres los que más interés tuvieron y los que más atención me estuvieron brindando.

En el momento de la firma estabas considerado como el 8vo mejor prospecto internacional de la MLB. ¿Has sentido algún tipo de presión en tu desarrollo al tener esta condición?

No sentí presión, el compromiso era más conmigo y mi familia. Yo estaba ajeno a ese tema, me encontraba enfocado en prepararme  bien y alcanzar lo que quería.

¿Tras la firma, qué paso inmediato siguió?

Estuve en el campo de entrenamiento de los Padres en República Dominicana entrenando una semana. Luego viajé a  Arizona y me mantuve preparando para la nueva temporada.

Al llegar comienzas a conocer a los jugadores, me presentaron a todos los trabajadores del equipo, los entrenadores de bateo que te pueden ayudar a mejorar y me mostraron las instalaciones.

¿Cómo es la relación jugador y entrenador? ¿Existe una atención diferenciada?

La atención es pareja, no existe una atención diferenciada. Si me dan consejos, tengo muchos entrenadores que me apoyan. Ellos siempre están pendientes de todos los jugadores y ayudan en todo lo que puedan. Nos aconsejan para mejorar tanto en lo profesional como en la vida personal. Recibimos charlas donde conversamos de todo.

Tu primer año fue en Clase A, jugaste 107 partidos. ¿Fue difícil tu primer año a ese nivel?

Ese año me fue un poco difícil ya que se juegan casi 140 partidos, yo venía de jugar en Cuba un máximo de 36 juegos en una temporada. Los viajes eran largos de 7 y 8 horas en guagua, más los entrenamientos.

Fue un año de adaptación difícil para mí. Pero siento que me fue bien, también hay que sumar que es una liga donde se juega con mucho frío.

¿Se le exigen resultados o se enfocan más en su desarrollo como jugador?

Nosotros mismos nos exigimos, pero las organizaciones tienen un plan de desarrollo con los jugadores y entonces se fijan más en ese aspecto.

¿Cuánto te aportó como pelotero ese primer año?

Aprendí a enfrentarme a más de 100 juegos, a alimentarme bien, descansar, hacer gimnasio para mantenerme saludable y fuerte para poder enfrentarme a esa cantidad de juegos y poder terminar bien una temporada que es larga y rigurosa.

En el 2018 pasaste a Clase A+. ¿Qué diferencia existen entre un nivel y otro?

La liga es bastante similar, los mismos viajes, solo que los peloteros van mejorando, a medida que vas subiendo de liga la calidad de los peloteros va aumentando, se conocen más, trabajan más fuerte  y sobre todo sube el nivel del picheo. Te comienzan a jugar con formaciones, saben cómo lanzarte y se hace más difícil.

En el 2019 tuviste muy poca participación en la liga. ¿Qué pasó?

Tuve que realizarme una operación en el hombro. Gracias a Dios me siento bien y ya comencé a prepararme para los entrenamientos. 

¿Planes para la temporada?

Los planes para la temporada son mantenerme saludable, tratar de jugar la mayor cantidad de juegos posible y que las cosas me salgan bien. Creo que acumulando una buena cantidad de partidos  pueda alcanzar un buen resultado.

¿Proyección de los Padres contigo para el futuro?

No sé de las proyecciones que tenga la organización conmigo, no hemos hablado respecto a eso, pero sí creo que tengan planes conmigo. Me agregaron al rosters de 40, es una muestra de que siempre han estado interesados en mí.

Todo está en que yo continúe  haciendo el trabajo, que las cosas sigan saliendo bien  y si Dios quiere tratar de debutar este año en Grandes Ligas, esa es una de las principales metas.

¿Está Jorge Oña en el roster de los 40 para iniciar los entrenamientos? 

El equipo me eligió en la Regla 5 y por tanto estoy invitado a los entrenamientos. Es una oportunidad para intentar hacer el equipo o bajar a ligas menores y subir cuando decidan, pero si voy a estar en los entrenamientos ahora en febrero.

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