Contreras: “Si quieres que le dé un pelotazo al Yuli, PON A OTRO, yo no se lo voy a dar”

Por José Alejandro Rodríguez

José Ariel Contreras, estelar lanzador pinareño, del equipo Cuba y campeón de Serie Mundial con Chicago White Sox en el año 2005, participó en varias oportunidades en “El Show de Swing Completo”.

En una de sus intervenciones, los anfitriones del show le preguntaron a Contreras acerca de una anécdota que tuvo con Yulieski Gurriel, cuando ambos jugaban todavía en Cuba. El propio Gurriel había comentado previamente en dicho espacio que, durante su año de novato, tuvo la oportunidad de batearle de 3-3 al pinareño en un partido de postemporada y quería saber si era cierto que, a raíz de eso, le habían sugerido a Contreras propinarle un pelotazo intencional al espirituano.

Sobre el tema, Contreras dijo: “No sé cómo Yulieski se enteró de eso, pero les voy a contar lo que pasó. Ese año, yo pierdo en Pinar del Rio un juego contra Sancti Spíritus en la postemporada, quizás el partido que más me dolió en mi carrera deportiva. Pudimos haberlo ganado, pero finalmente Orestes González no hizo el trabajo. Luego regresamos a Sancti Spíritus y el playoff se alargó más de lo habitual, porque estuvo lloviendo durante varios días seguidos”.

“Me tocó volver a pitchear en Sancti Spíritus y en una entrevista que me hicieron antes del juego, yo dije que en esa ocasión el partido sería diferente porque me iba a sacar una espinita que tenía adentro desde aquel juego en Pinar del Río. Sin embargo, en lugar de sacarme la espinita, me enterré una lanza, porque me cayeron a palos ese día. Yulieski me dio tres y casi todo el mundo me bateó”

“La gente de mi equipo, en el dogout, me decía durante el juego que cómo un novato me iba a estar dando palos. Más de uno me aconsejó que “tenía que tumbarlo”. No voy a decir nombres por respeto, pero muchos lo hicieron. Yo solo pensaba en poncharlo, pues no le iba a tirar un bolazo a Yulieski. Les dije que si querían que le diera un bolazo a él, mejor que pusieran a otro, porque yo no lo iba a hacer”

“Y es que Yulieski, aunque me estaba bateando muy bien, era un muchacho sencillo y tranquilo. Por respeto a él y a su papá (Lourdes Gurriel), otro caballo de la pelota en Cuba y uno de los mejores de la historia, yo no le iba a dar un pelotazo a él. Si querían hacerlo, que pusieran a otro, yo no”

“Me subí al box y en su próxima vez al bate, Yulieski me volvió a dar línea. En el banco me decían “¡Ahí tienes!”, pero mi respuesta era la misma: Me estará dando palos hasta que a él le de la gana, pero yo tengo que sacarle out.”

“Y realmente no me equivoqué con él como pelotero ni como persona. Todo el mundo sabía que era muy bueno. En esa temporada de novato, Yulieski bateó mucho en la etapa regular y también lo hizo en los playoffs. Pero lo que más me llamó la atención de él es que siempre “daba sus palos” pero tranquilo, nunca lo vi en problemas con nadie. Y hoy en día sigue igual Yuli Gurriel: “dando palos y tranquilo”, como debe ser”.

“Y yo me alegro de haber actuado así. De hecho, siempre lo hacía igual, pues  yo tenía mi teoría. Muchos pitchers pensaban que si les daban un batazo, había que responder con pelotazo, pero yo no era así. Si un bateador me daba línea e iba brincando para primera, luego tenía problemas conmigo porque cuando yo ponchaba, no me ponía a saltar en el box. Pero si no, todo estaba bien. A mí nadie me vio nunca perreando, saltando, ni mirando feo a ningún bateador, por una cuestión de respeto”.

“Un ejemplo claro de este tema es José Dariel Abreu, MVP del año pasado. Lleva varios años dando palo en Grandes Ligas, un verdadero caballo, pero, ¿cuándo han visto a Abreu perreando un batazo o faltándole el respeto a alguien en el terreno? Si yo fuera pitcher activo y Abreu me da un batazo, ¿por qué motivo yo le voy a dar un bolazo a él? Lo que tengo es que sacarle out”

“Pues eso mismo fue lo que pasó con Yulieski aquella vez. Esa es mi filosofía, mi manera de pensar y lo que trato de enseñarles a los muchachos siempre. Yo respeto al juego y a los demás y, de esa forma, seguro que siempre me van a respetar a mí”, concluyó Contreras.

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