Por Álex Fernández Fernández
Con una mochila repleta de éxitos que lo hará desembarcar en el Salón de la Fama, Justin Verlander llegó con la etiqueta de doble campeón de Serie Mundial desde Houston.
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Se fue a Nueva York, pero al equipo de la Liga Nacional; una especie de hijo adoptivo de los Yankees, que aunque sabe lo que es ganar el título del Big Show, es tratado como tal.
A los Mets, antes de que se sumaran al nuevo proyecto nombres como Kodai Senga, José Quintana o recientemente el mismísimo Carlos Correa, llegó Verlander, un monstruo capaz de solventar con creces la marcha de Jacob deGrom a los Rangers de Texas.
Remember when Justin Verlander was the biggest signing of this Mets offseason?
— Anthony DiComo (@AnthonyDiComo) December 21, 2022
His comments yesterday ring truer than ever today:https://t.co/v7pvPhODAD
Y si bien es cierto que convencer a Verlander llevó sobre la mesa a más de 86.6 millones de dólares por sus servicios de dos años, también es verdad que si no creyese el Cy Young 2022 en el proyecto, poco se podría haber hecho.
“Di un salto de fe”. Así reconoció, en resumen, su firma con la entidad metropolitana.
Sí hablamos de cifras, la propia página de la MLB reconoce que:
“En total, Cohen (propietario de la franquicia) se ha responsabilizado a pagar cerca de 500 millones de dólares en multas por impuestos sobre la nómina y el lujo el próximo año, con cientos de millones comprometidos en temporadas futuras también. Este plan suyo (gastar agresivamente ahora para ganar tiempo para que madure el sistema agrícola) se ha desarrollado en gran medida según lo previsto. Pero no hubiera sido posible si Verlander, tres veces ganador del premio Cy Young y dos veces campeón de la Serie Mundial, no hubiera aceptado servir como el primer cojinete de bolas en la máquina Rube Goldberg de Cohen”.
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El gerente general de los Mets, Billy Eppler, reconoció que “Justin comparte la visión que tenemos”.
Tanto es así que el año anterior Verlander había comprado propiedades en la ciudad, por lo que estaba familiarizado con el ambiente. En conferencia de prensa del martes donde participó su esposa, la modelo Kate Upton, el estelar lanzador derecho expresó también que:
“Es realmente intoxicante”, dijo. “Es un gran pueblo y ciudad. Tienes todo al alcance de tu mano.”
Con nueve Juegos de Estrellas, tres títulos de líder en PCL, dos Series Mundiales y otros tantos, a sus 39 años a Verlander le queda muy poco por demostrar, aunque dejó bien claro:
«Me siento genial. Mi cuerpo se siente genial. Siento que el juego me dirá naturalmente cuándo es el momento de dar un paso al costado, y todavía no estoy ni cerca de ese punto”.
