Por Yasel Porto
Hay atletas que merecen respeto por su consagración y sacrificio sin importar el lugar donde desarrollen su carrera. Y si a eso sumamos que con nada menos que 47 años se mantiene sobre el box y con protagonismo la impresión de la mayoría tendrá una mezcla de sorpresa y admiración.
Es real que con todo y que el béisbol en Alemania ha mejorado, todavía no logra una estabilidad ni siquiera como tercero de Europa, por lo que no es el mismo mérito durar tanto tiempo con rendimiento en ese país que en otros sitios de mucha más tradición. Pero aún así, el zurdo santiaguero Enorbel Márquez tiene el mérito incuestionable de imponerse al empuje de jóvenes con talento del pitcheo teutón que hasta llegan a ser firmados para jugar en Estados Unidos, Sus resultados permiten que todavía brille internamente y luego mantenga el protagonismo dentro de la selección germana.
En diálogo sostenido la víspera con el natural de San Luis, Santiago de Cuba, manifestó que todavía se siente con la fuerza y la calidad necesarias para tirar par de años más y hasta llegar a la media centuria de vida sobre el montículo.
“Quiero ayudar a Alemania en el torneo clasificatorio al Clásico Mundial de 2023, una tarea sumamente difícil pero tampoco imposible. Hemos visto como España e Israel han estado ya y nosotros hemos dado ya unos cuantos sustos en las eliminatorias anteriores”, dijo Márquez sobre lo relacionado al certamen internacional más importante de los últimos 15 años.
Pero el hombre que ha acompañado por más de una década a las escuadras alemanas como uno de sus lanzadores de puntería también consideró la posibilidad de volver a trabajar con las Avispas de Santiago de Cuba antes de decir el adiós definitivo al deporte activo.
“Es un deseo que tengo de sentir de nuevo a mi afición santiaguera. Sería algo especial poder retirarme después de vivir otra vez esa experiencia”, me comentó el monticulista que llegó a incursionar con la entonces “Aplanadora” de Higinio Vélez en 2000-01 donde consiguieron su tercera corona de manera consecutiva. Allí Márquez no estaba entre los principales responsables del cuerpo de pitcheo de ese plantel, papel destinado sobre todo a los abridores Norge Luis Vera, Ormari Romero, Danny Betancourt, Wilson López y Osmel Cintra, además de relevistas como Jorge Tissert, Alexis Pagán y Rubén Rodríguez.
La más reciente incursión de Enorbel con la camiseta alemana se produjo en el Campeonato Europeo celebrado hace mes y medio en el que salió derrotado en su única salida, aunque con solo dos limpias permitidas.
Su actuación en la liga de su país de adopción en 2021 fue sencillamente formidable. Dejó balance de 3-1, 4 salvados y efectividad de 2,33 en la campaña regular, y luego en los playoff su marca mejoró a 4-1 y PCL de 1,24. Su desempeño en la final fue tan estelar que no hubo objeción para entregarle el premio de MVP.
Según las propias palabras del siniestro indómito, su velocidad osciló entre 85 y 87 millas por hora en su última actuación monticular. Sinceramente algo asombroso si tenemos en cuenta su edad y que por lo general los lanzadores zurdos son propensos a perder la potencia de su recta más seguido que los tiradores derechos.
El cubano-alemán hizo su debut internacional en el certamen europeo de 2007 y en su amplio historial se incluye un juego perfecto en la liga local (2008) y varios premios como máximo ganador y ponchador. También incursionó en el campeonato italiano durante cinco años en los que tuvo una labor sobresaliente la mayor parte del tiempo. En dos ocasiones lo eligieron mejor serpentinero a nivel continental.
En realidad, los tres sueños de Enorbel están complicados, especialmente el de participar con su país de residencia en el Clásico Mundial. Lo de volver a trabajar con las Avispas dependerá de su interés real de repatriarse (está en el grupo de los que emigraron legalmente) y quizá lo menos complicado en función de cómo está físicamente y las exigencias actuales de su liga sea el arribar al medio siglo de vida estando todavía en activo.
Como aconteció con Remigio Leal, Márquez ha sido el otro cubano legendario en tierras europeas por la cantidad de años de servicio y la huella bien profunda que ha han dejado en España y Alemania respectivamente.
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