Por Yasel Porto
El deceso repentino de la destacada jugadora cubana de baloncesto Leydis Oquendo ha sorprendido y conmocionado a familiares, amigos y los que se mantienen vinculados con este deporte en la Isla.
La camagüeyana de 40 años de edad murió cuando todavía se encontraba en activo, luego de su participación en la liga profesional de ese país centroamericano. Así lo confirmó el sitio deportivo del diario cubano Juventud Rebelde.
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Oquendo había formado parte de la selección cubana (estuvo en los Mundiales de 2006 y 2014) y había quedado como la máxima acumuladora de puntos del circuito del pequeño país. También había tenido excelentes resultados en las ligas de Argentina y República Dominicana.
Su desempeño con el equipo de San Salvador la ratificó como una de las estrellas indiscutibles de esta competición.
Según el especialista en el «deporte ráfaga» Lázaro Sierra Betanzos, Oquendo había sido operada de un fibroma en El Salvador. Pero el proceso posoperatorio trajo múltiples complicaciones para la atleta agramontina. Lázaro, oriundo del mismo municipio de ella, Florida, tuvo contacto directo con el esposo de Leydis.
El conocido entrenador Rainel Panfet nos confirmó que el fibroma fue el origen del desenlace desagradable para la querida atleta. La causa definitiva fue una trombosis pulmonar postoperatoria.
Enseguida se han visto los ecos de la noticia, y una de las publicaciones más sentidas fue la de su excompañera de equipo y amiga Marlene Cepeda.
«Así te voy a recordar mi negra no creo todavía esta noticia porque tan joven y tan pronto, no estamos preparadas para tan duro golpe todavía recuerdo cuando me abrazaste llorando cuando perdimos esa medalla del centro basquet cuando nos pasamos horas hablando tratando de arreglar el mundo, a veces la vida nos da estos golpes tan fuerte para acabarnos de dar cuenta que estar vivo es un privilegio que todo los días que tenemos la posibilidad de darle ese abrazo a ese ser querido no lo dudemos señores porque mañana puede ser tarde. Coño Leydis nunca imaginé mi negra que nunca más te volvería a ver pero donde quiera que estés recuerda siempre lo que me decías nena ser fuerte es la única opción que nos queda. Así que para alante mi nena que para atrás ya dolió bastante, te quiero mi negra que Dios te acoja en su manto».
Llegue a sus seres queridos, amigos y familia del baloncesto cubano el más sentido pésame en el plano personal y del equipo de Swing Completo. En paz descanse Leidys.