Por Alexander García
Si hay un equipo que ha decepcionado en esta Serie 60 es el de las Tunas, pues si uno mira la nómina que tiene el elenco, dirigido por Pablo Civil, resulta inconcebible pensar que a estas alturas ande navegando por el fondo de la tabla de posiciones.
Antes de arrancar la temporada los Leñadores estaban para pelear uno de los cuatro puestos de élite en el campeonato, ya que sus resultados en los últimos tres años así lo avalan, pero tras la derrota de este último domingo ante Granma, tal parece que encontrar el rumbo demora todavía; ya la temporada avanza y después puede ser tarde.
Para la mayoría de los especialistas este elenco, junto al de Matanzas, muestra solidez en todos los renglones del juego, pero hasta este momento, al instante de escribir este artículo, solo el bateo comienza a dar la cara con Rafael Viñales como puntal, pues en defensa y en pitcheo muestran números de espanto, al punto de que el hombre clave de la rotación, Carlos Juan Viera, tuvo que pedirle a Dios ayuda para ganar su primer juego.
Si bien es cierto que aún no han transmitido un partido de los tuneros por televisión, cuando escuchamos algunos de sus partidos por radio, podemos percatarnos de falta de concentración o de ganas en varios peloteros y ello es un lastre en la dinámica de grupo que a la postre da al traste con los malos resultados.
Puede que el aislamiento por la pandemia también influya, pero igual resulta incoherente pensar que a un equipo trabajado sobre una misma base desde hace cuatro o cinco años le cueste tanto encontrar un rumbo medianamente aceptable, pues una cosa es estar jugando a mitad de tabla con un promedio de ganados superior a quinientos y otra es estar luchando por no tocar los tres últimos puestos, más cuando la Serie camina hacia el juego 30.
Estimados lectores, los Leñadores tienen un equipazo y si alguien puede aspirar a una remontada son ellos, incluso quedar entre los 8, que es lo importante, todavía es algo que parece estar a la mano, pero hasta ahora, al momento de terminar este trabajo, el panorama no luce para nada halagüeño en pos de una remontada.
Una vez más, solo queda esperar y que el terreno diga la última palabra.
Nos vemos a la vuelta.
