Los Astros, el Yuli, la magia cubana en la MLB…¿Fantasía o realidad?

Por Alexander García Milián

Ese out final de la Serie Mundial de 2017, aún da vueltas en mi cabeza y en sucesivos planos veo la imagen del Yuli Gurriel poniéndose las manos en la cabeza y sacando luego la bandera cubana; era el primer gran triunfo para él, el primero y el más deseado, era también el primer título para Houston, para los Astros, la final de 2005 ante los White Sox dejaba inmortalizada aún todas las caras de Andy Pettitte, todas las palabras de Contreras y del Duque al ganar el anillo.

La magia cubana siempre retoca los espacios cuando de béisbol hablamos, Houston, el Yuli, Serie Mundial de las Grandes Ligas; todo fluye como en un inmenso chaparrón de cosas buenas, uno respira pelota de primera hasta por los poros y entonces aquí, en este instante vuelve esa imagen, la cara de Charlie Morton, los gritos del Yuli, los abrazos, las banderas, fue hace dos años, parece que fue hace dos horas…

Hoy, en septiembre de 2019, a días de empezar la postemporada de la MLB, todos estos recuerdos, a veces ecos, a veces truenos; todos sin excepción nos llevan al punto, los cubanos en el Big Show, sus hazañas, sus huellas, todo.

Es quizás la combinación perfecta para pensar en béisbol, para sentir el béisbol, Grandes Ligas, Cubas, latinos; pienso entonces que Chapman puede ganar su segundo campeonato, ahora con los Yankees pero no, los Astros, el Yuli, Yordan Álvarez y su colosal talento, Aledmys Díaz y su capacidad de adaptación, son elementos demasiados fuertes para menospreciar, pienso que los de Hinch repetirán y en tres años tendrán dos coronas.

Más allá del sentir, la lógica se impone y es cierto que los Mulos lucen imponentes, que los Mellizos han hecho historia en este 2019, los Bravos están para dar la sorpresa y los Dodgers pudieran al fin carburar; no obstante, la combinación, Verlander, Collins, Greinke se muestra sin competencia para la hora cero.

Los Astros tienen todo para ganar este año, además de ese trío de abridores fenomenal, cuentan con la fuerza de hombres como George Springer y Alex Bregman, la pimienta de José Altuve, resaltando además el papel fundamental de los ya mencionados Gurriel y Álvarez.

La imagen del Yuli regresa a full, con total nitidez, puede que sea un deja vu, no sé, tal vez no, creo que no, creo será un adelanto, la historia en esta ocasión, vuelve a repetirse… ¿Qué creen lectores?

Nos vemos a la vuelta.

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