Por Yasel Porto
El 2021 fue un año fatídico si hablamos de muertes en el mundo entero. Y el béisbol cubano en particular se vio afectado considerablemente, pues fueron alrededor de 30 las figuras más o menos conocidas que fallecieron por causas muy variadas. El virus que tanto nos ha golpeado en los dos últimos años hizo estragos, pero más de la mitad murieron por otras razones.
Sin embargo, este 2022 ha comenzado impetuoso por desgracia y casi todas las semanas tengo que escribir sobre el deceso de alguien. Pelotero, entrenador, periodista o fanático. Cada uno ha tenido su lamentable representación en tal sentido dentro de este todavía incipiente año.
Otro que hay que sumar a esta lista desdichada por completo está vinculado con una etapa muy importante de nuestra pelota. De hecho, era uno de los últimos sobrevivientes de aquella liga profesional de Cuba que tanto impacto y relevancia tuvo hasta que se tomó la decisión de eliminarla para dar paso en 1961-62 a las Series Nacionales totalmente amateurs.
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Se trata del ex receptor de los Tigres del Marianao René Friol, quien vivía en el sur de Florida junto con su familia. Contaba al morir con 88 años de edad, pues había nacido en Candelaria (hoy Artemisa) el 28 de mayo de 1933 cuando todavía el poblado era parte de Pinar del Río.
Según me comentó esta semana mi amigo Francys Romero, el veterano miembro de aquel plantel campeón de Cuba y la Serie del Caribe por dos años consecutivos con Napoleón Reyes como manager (1957 y 1958), fueron sus seres queridos quienes le comunicaron del deceso de quien en su época de pelotero destacó por su físico imponente (6´1 y 208 libras de peso según baseball reference).
Lo triste de todo es que salvo mi colega y éste servidor no ha aparecido nada más en la internet sobre el desenlace de Friol, quien de hecho fue quien inauguró los fallecimientos de peloteros en este 2022. Su estado de salud se había deteriorado muchísimo en los últimos tiempos con un ingreso previo al momento final de su vida.
Fue el 9 de enero que feneció quien también participara en la pelota profesional de Estados Unidos en la segunda mitad de la década del cincuenta. Días después, el jueves 13, se produciría la muerte de otro jugador de aquella etapa como lo fue el ex lanzador Gonzalo “Cholly” Naranjo.
Friol jugó casi veinte años como profesional tras debutar en 1954 en Estados Unidos y jugar su última temporada en México en 1970. Su aspecto más significativo a su favor fue la fuerza al bate que tenía, finalizando con 104 cuadrangulares en todos los niveles y circuitos en los que participó según las cifras que muestra baseball reference. Su mejor año fue en 1965 cuando sacó 17 pelotas del parque con 92 remolques vistiendo el uniforme del Veracruz. Cuando debutó con Lakeland parecía destinado a un ascenso sin frenos hasta las Grandes Ligas, tras promediar 337 con 38 impulsadas y al año siguiente en un escalón mayor que la clase D bateó 294 con ochho bambinazos y 68 traídas al plato (Grand Forks, Clase C).
Pero tiempo después sus números, si bien fueron bastante buenos en varios años con Saint Poul, luego decrecieron tanto que no solo vio cerradas las puertas del «Big Show», sino que tuvo que buscar un nuevo horizonte en México para mantenerse activo en el béisbol.
Ganó el título de bateo en Nicaragua en 1963-1964, con 10 vuelacercas para el Oriental. En 1969 y 1970 actuó como mánager jugador con Yucatán y Ciudad Madero respectivamente, equipo éste último con el que jugó su última campaña como pelotero. Igualmente estuvo en Venezuela con Industriales de Valencia (61-162) y Águilas del Zulia (69-70). Allí dejó promedio de .312, con 2 jonrones y 16 impulsadas en 48 juegos.
Friol salió de Cuba por México en 1962 y no retornó hasta los años ochenta cuando estuvo de forma temporal volvió de visita.
A su familia, amigo y personas que lo conocieron y lo admiraron llegue este homenaje póstumo a René Friol, y que su alma descanse en paz por siempre.
