Por Alexander García Milián
El tiempo muerto es muy conocido por la gente del campo, más por los que viven en centrales azucareros. Es el período detestado por muchos que dependen de laborar en los ingenios; es detestado porque es cuando se acaba la zafra y se esfuman las opciones de trabajo, además no hay nada que hacer, es difícil todo, pocas cosas cobran sentido.
¿Por qué la analogía?, ¿ Por qué hablar de Ayala y de Manduley?, sencillo; es que el béisbol una vez más toca toda la existencia del cubano, y ahora en momentos donde se comenta sobre la valía del camagüeyano y el holguinero como mejor para cortos del país. Ahora el análisis se impone y ahí vamos…
Primero es loable aclarar que la comparación toma como centro de atención a estos dos jugadores, pues son los más afianzados en el circuito Federación Cubana de Béisbol y… asociados.
Aquí pudiera quizás entrar otro como Yorbis Borroto pero las balas del avileño, señores, ya gastaron sus mejores cartuchos.
Sigamos entonces; ¿Ayala o Manduley?, la pregunta vuelve a imponerse y vamos al ruedo.
Primero, los dos son jugadores de una mayor vocación ofensiva, dos prototipos del modelo estándar del torpedero clásico de hoy – diferente desde hace años en todo el orbe-; pues cuando la defensa lo signaba todo en su momento, ahora tronar el madero es un aditamento de fuerza válido en cualquier liga.
Aquí, Ayala y Manduley resaltan por ser buenos bateadores pero las palmas se las lleva el de la tierra de los tinajones, pues posee más fuerza, tacto y velocidad.
La clase
En la historia y se me han de quedar muchos, destacan hombres que como torpederos son parte de la vitrina del béisbol mundial. Desde Phil Rizzuto, pasando por hombres como David Concepción, el “mago”, Ozzie Smith, hasta otros como Omar Vizquel y el mítico Rey Ordoñez; la posición siempre ha sido sinónimo de maestría y talento, algo propio de jugadores extra clases.
Pero en Cuba, en esta de hoy, desde Germán Mesa y Eduardo Paret- para reavivar el poder de la memoria a corto plazo- desde ese entonces en el sartén solo se fríen sardinas y aunque se encomian a muchos, incluidos Alexander Ayala y Yordan Manduley, el nivel, el real, esta muy lejos del añorado.
Más aún, si tenemos en cuenta que figuras como José Antonio Iglesias, Adeynis Echeverría y Erisbel Arrebarruena- fuera de cualquier análisis en la televisión o los medios nacionales cubanos- cualesquiera de ellos, pudiera bien ser el titular de la posición en caso de un equipo Cuba unificado.
No obstante, ya tocamos el punto y tras breves análisis- necesarios- retornamos; ¿Ayala o Manduley?; cuando vamos al aspecto defensivo, la cuestión se aclara un poco.
Aquí, Manduley se lleva las palmas, buen desplazamiento hacia derecha e izquierda, excelente colocación para fildear los batazos en el hueco, rapidez para ir hacia adelante a buscar un bound lento.
Por su parte Ayala, se vuelve un caos en esta materia ; no baja el guante ante líneas duras que muchas veces pasan entre sus piernas, es algo lento en sus desplazamientos- y esto bien claro en juegos de tv ( ejemplo; Ciego- Las Tunas, juego 3 de la primera subserie de la segunda ronda en la Serie 58).
Al hacer un compendio, defensa – fildeo, la balanza para mí se inclina por el sabueso Manduley; más completo, no tan demoledor como Ayala con el madero pero igual promedia fácil por encima de 300 y al campo es muy seguro.
Pero lectores, es tiempo muerto, como al comienzo, recuerden y este es mi criterio, aquí un modesto análisis que de seguro prendera el debate… ¿quién es mejor?, ¿Ayala o Manduley?
Nos vemos a la vuelta.
