Por Raul del Pino
La del mexicano Joey Meneses ha sido una de las historias más admirables de la actual temporada y probablemente de los últimos años en el béisbol de Estados Unidos.
Después de una década en Ligas Menores y a punto de desistir del sueño de llegar a Grandes Ligas, el mega canje que llevó a Juan Soto y otros jugadores a San Diego a finales de Julio, le abrió las puertas de la MLB al jugador culichi de 30 años.
Y Meneses no ha desaprovechado la oportunidad, más bien se ha aferrado a ella, y a golpe de palo limpio se ha ganado un puesto inamovible en el centro del lineup de los Washington Nationals.
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Desde su debut el 2 de agosto, donde disparó su primer jonrón, varias han sido las marcas que ha logrado el de Sinaloa para un debutante de tres décadas de vida. Pues este lunes consiguió otra: la primera base robada de su carrera.
Algunos lectores pudieran no hallar nada de especial en esta última, pero tratándose de Joey y el cariño que se ha ganado de gran parte de la afición es un detalle que no se puede pasar por alto.
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Además, la primera estafa llegó en la misma jornada donde castigó al pitcheo de Atlanta Braves con cuatro imparables en igual cantidad de turnos.
Esta es la segunda vez que consigue tal cantidad de hits en un solo juego, y ahora su promedio ascendió hasta los .325, producto de 54 incogibles en 166 turnos. También posee un OBP de .356 y OPS de .904, además de nueve jonrones y 10 dobles, todo en 41 partidos al máximo nivel. Enhorabuena por Meneses.
