Por Migue Guerra
Los apodos son tan antiguos como la propia humanidad, en diferentes etapas de nuestra historia fueron empleados con diferentes propósitos, tanto positivos como negativos, pero lo cierto es que siempre han representado una forma de identificación informal de una persona, grupo social o relativos.
En el argot popular cubano los sobrenombres, por lo general, se emplean de forma positiva entre amigos y como una muestra de cariño, y como no podía ser diferente en nuestro deporte nacional también hemos conocido infinidad de apodos que representan a los jugadores de pelota.
Relacionado a este curioso tema, el día de hoy queremos compartir con toda la magnífica comunidad de lectores de Swing Completo, una curiosa historia de cómo surgió uno de los apodos más particulares que hemos escuchado en nuestros espacios nocturnos El Show de Swing Completo.
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En un programa especial con la presencia de José Ariel Contreras y Pedro Luis Lazo, compartimos risas desde cada uno de nuestros asientos cuando escuchamos detalladamente el por qué Lazo y Contreras se refieren mutuamente como: «Mi Perro».
¿De dónde viene la frase «Mi Perro»?
Ante dicha cuestión, ambos respondieron:
«Wilson López, año 97 en España, Copa Intercontinental, él le decía mi perro a todo el mundo».
Luego de la respuesta inmediata, Contreras relató individualmente:
«Nosotros perdimos la Copa en el 97 en España y de ahí nos fuimos a Japón y perdimos en Japón también. Estábamos en un meeting y Julio Romero estaba “encendido” (hablando enojado) y Wilson le dice: “Mi perro tranquilo, ganamos mañana”».
«Julio Romero le dice que es un falta de respeto; luego cuando estaba más calmado Wilson le dice: “Mi perrito pero yo no lo hice para molestarte” y se volvió a “encender” jajaja, y de ahí se quedó la frase. Antes le decía Jíbaro o Lazo, pero ya no».
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«Ya hay muchos muchachos que me dicen “Mi perro”, de los que jugaron conmigo, no siempre me dicen, pero de vez en cuando. Se pegó de decirlo tanto», aclaró Pedro Luis Lazo.
Continuando el relato, Contreras mencionó:
«Recuerdo que estábamos en el hotel Pinar del Río, Lazo estaba tomando unas cervezas con alguien y yo pasé. Me dice: “mi perrito echa para acá para tomarnos unas cervezas” y el hombre que está con Lazo le dice: “pero qué falta de respeto es esa” y yo le digo que eso es de cariño».
«Luego le dice a Lazo nuevamente: “compadre respeta a los hombres, no le digas más eso, Contreras es una gente seria”. Después Lazo nuevamente me dice mi perrito y el hombre se viró y lo empujó, yo tuve que meterme por el medio porque le quería golpear».
«Yo le dije que eso era de cariño de muchos años que no se metiera en eso».
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