Las historias en el béisbol siempre tiene algo que decir. En este caso, Miguel Cabrera y Jim Leyland eran como padre e hijo. Ambas leyendas de este deportes, pero el venezolano le dejó un mensaje conmovedor a su ex manager tras conocerse que será parte del Salón de la Fama de Cooperstown.
Leyland dejó un legado imborrable en MLB desde que dirigió su primer juego en 1986 con Pittsburgh Pirates. Luego llegó a Florida Marlins en 1997, año donde fueron campeones de la Serie Mundial frente a Cleveland Indians de Omar Vizquel, Manny Ramírez y Sandy Alomar.
Su tórrida manera de dirigir e imponer respeto, contagió a un equipo que creyó en su puesto desde un principio. Pero la historia con Miguel Cabrera llegó 10 años después.
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El dirigente, que para 2007 tenía 63 y el venezolano 24 años, lo vio como un padre desde los Spring Training. El cariño que ambos mostraron, trascendió en el terreno de juego. Jim Leyland vio el «prime» de Cabrera hasta 2013, cuando dejó de dirigir.
Mientras ambos estuvieron en la novena de Detroit, asistieron a una Serie Mundial. Además, el ex estratega, presenció en primera persona la Triple Corona y los dos MVPs del maracayero.
Hace pocos días se conoció que Leyland será parte del Salón de la Fama de Cooperstown de la clase 2024. Sus extraordinarios registros como mandamás lo catapultó a la gloria. La noticia se expandió por las redes sociales, llegando a oídos de Cabrera, quien le dejó un conmovedor escrito en su perfil de red social Instagram (@miggy24).
Miguel Cabrera le dedicó palabras a Jim Leyland
«¡Felicidades, jefe! Más que orgullosamente agradecido por tenerte como manager, llevaste mi juego a otro nivel», plasmó el ex MVP. «Bien merecido, y las dos líneas que siempre me dijiste ‘Vas a hacer algo en el juego de hoy, si no, pondré a alguien más'», detalló entre risas.
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Finalizó el texto exclamando «¡Te amo, jefe!», agradeciendo lo mucho que lo ayudó en su exitosa trayectoria. Leyland dirigió a «Miggy» por siete temporadas (desde 2007 a 2013).
Con el retiro de Miguel Cabrera de MLB, Leyland también estuvo en la ceremonia, para despedir al jugador más apreciado que lideró en su estadía en Michigan.
