Por Jesús Pérez Vichot (Chuchi)
El fútbol es el deporte más universal, pero no solo por la cantidad de países que lo practican, sino también por los miles de jugadores nacionalizados en diferentes regiones del planeta, lejos de su país natal. Esta es una tendencia global, aunque la mayoría de estos futbolistas abandonan su lugar de origen por cumplir un sueño, otros tantos lo hicieron desde edades bien tempranas junto a sus familiares.
En esta edición de la Copa Mundial de la FIFA, Qatar 2022, estarán presentes un total de 831 futbolistas (según registro de la FIFA), de ellos 137 no representarán al país que los vio nacer. La selección nacional que cuenta con la mayor cantidad de estos futbolistas migrantes es la de Marruecos, con 14, seguida por las de Túnez y Senegal (12 cada una).
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Los conjuntos de Brasil, Argentina, Arabia Saudita y Corea del Sur son los únicos que cuentan con el 100% de sus jugadores nacidos en su país. Otras nueve selecciones tienen a un solo jugador en su roster que no vio la luz por primera vez en su nación (Inglaterra, Países Bajos, Uruguay, Dinamarca, Costa Rica, Japón, Irán, Bélgica y México).
La selección de Gales cuenta con nueve jugadores naturalizados que nacieron en Inglaterra. Entre Túnez, Senegal y Camerún tienen 27 seleccionados nacidos en Francia. Pues nada, que este domingo 20 de noviembre el mundo girará alrededor de un balón de fútbol y sin importar dónde nacieron o de dónde son naturalizados estos futbolistas, el talento de cada uno de ellos se apreciará y disfrutará al máximo.
