BASTA DE MENTIRAS: Necesaria respuesta a la Federación Cubana de Béisbol

Por Jerry Díaz/ @Jerryto94

Mientras comienzo a escribir esta nota estoy revisando constantemente las redes sociales a la expectativa de que un pelotero cubano haya decidido tomar su propio camino. Hasta este momento suman seis los jóvenes que han escogido el castigo del exilio (recordemos la Ley de ocho años) antes que el castigo eterno de vivir sin libertad.

Luis Danys Morales, Ubert Mejías, Loidel Rodríguez, Dariel Fernández, Reinaldo Lazaga y Dismany Palacios aprovecharon el viaje a Ciudad México y Obregón para romper lazos con el INDER y escapar de la opresión del régimen cubano.

Cada quien es libre de escoger su destino, o al menos así debería ser. Por tanto, desde esta tribuna, lo primero es decir que sea cual sea la decisión de cada muchacho, es correcta. Aplausos a los que salieron de Cuba, aplausos a los que han regresado y regresarán.

Pero la dictadura y sus trompeteros no lo ven así. Siempre (o casi) han sometido a escarnio público a quienes decidieron ser libres, y por supuesto, han culpado al gobierno de Estados Unidos. Válido aclarar que los gobiernos en ese país cambian progresivamente cada cuatro u ocho años. Esta vez no fue diferente.

“Cada abandono desde las filas del Béisbol Cubano confirma el cinismo con que la administración Trump anuló el acuerdo entre la Federación Cubana de Béisbol y la MLB. Desventaja cruel que impide el flujo natural a los circuitos de esa organización.”, expresó en un tweet la FCB el pasado 25 de septiembre cuando “solo” eran tres los peloteros escapados.

El INDER, otro órgano gubernamental, no se quedó atrás:

“La anulación del acuerdo entre la Federación Cubana y la MLB impide realizar sueños por la vía natural, habilitada para el resto de los países, y estimula el tráfico de atletas en defensa de intereses políticos, ajenos al bienestar y la tranquilidad de la familia cubana.”

¿Por dónde empiezo? Voy a ser breve. Cuando Fidel Castro pronunció su infame frase en el Gran Estadio del Cerro el 14 de enero de 1962 en la Inauguración de las Series Nacionales, Donald Trump era apenas un adolescente.

Sí, el famoso y maliciosamente repetido “pelota libre sobre la pelota esclava” fue la frase simbólica con la que se desterró el profesionalismo entre las oportunidades para los cubanos. Cuando Castro prohibió el deporte profesional en la Isla, Trump tenía solo 15 años. ¡15 años!

Cuando Bárbaro Garbey pidió salir por el Mariel y fue ofendido por los oficiales cubanos Trump tenía 34 años. Cuando el propio Castro prohibió a la prensa oficialista siquiera mencionar a los peloteros cubanos en Grandes Ligas, condenándolos al olvido, Trump era un joven desinteresado por el béisbol.

Trump no nos cohibió de disfrutar a nuestras estrellas en el mejor béisbol del mundo. Trump no nos hizo olvidar a Luis Tiant, Bert Campaneris, Minnie Miñoso, Camilo Pascual, a tantos y tantos.

Cuando René Arocha decidió quedarse en Estados Unidos y no regresar a la miseria en que el propio Castro sumió al pueblo cubano, Trump tenía 45 años y faltaban 25 años para que llegara a ser presidente.

Cuando a Orlando Hernández un policía le dijo en el portal de su casa en Cuba: “tú no eres más el Duke” tras prohibirle jugar pelota, ¿tuvo algo que ver Trump?

Incluso, cuando el equipo Rays de Tampa vino a La Habana y participó en un partido de exhibición en el Latinoamericano Trump era aún candidato por su partido político. ¿Recuerdan qué pasó ese día? Entre muchas cosas, que el escogido público presente aplaudió a Pedro Luis Lazo mientras hizo casi silencio total ante el anuncio de Luis Tiant, ambos leyendas de nuestra pelota, pero uno se quedó, el otro no.

El acuerdo que se postergó durante la administración Trump (56 años después de la prohibición del profesionalismo por Castro) era incompleto. No le permitía a los atletas cubanos siquiera la libertad de escoger su propio agente. Además, estaba basado en una mentira fundamental: la FCB es independiente del gobierno. Todos sabemos que eso es falso.

Si realmente le interesara el bienestar de la familia cubana no castigaran a esos muchachos ahora con ocho años sin poder pisar su tierra, sin poder ver, abrazar y besar a su familia. Sí, por si no lo sabes, estos peloteros tendrán que pasar ocho largos años sin poder regresar a su propio país.

Y para terminar, los médicos no tienen un acuerdo con MLB y también escapan. Los maestros no tienen acuerdo con Estados Unidos y se van cruzando selvas. Los cubanos que tienen la posibilidad escapan, y los que no, salieron el 11 de julio a las calles. No se trata de acuerdos, se trata de ser libres.

Nunca vimos a ninguno de esos que hoy abogan por un acuerdo criticar a Fidel Castro por prohibir el profesionalismo. Basta de hipocresía, ustedes no quieren el bien de la familia cubana, ustedes defienden lo que convenga a la dictadura. Y generalmente, lo que conviene a la dictadura no conviene a los cubanos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Scroll al inicio