Otro talento cubano perdido: «El agente escondió ofertas y llegué a USA sin ganas de jugar pelota»

Por Darien Medina

   Dariel Crespo fue en su momento uno de los prospectos del béisbol cubano que nos hacía frotar las manos y desatar todas las ilusiones futuristas que sin quererlo se nos disparan cuando nos damos cuenta donde existe el talento.  El artemiseño forma parte de una generación de jóvenes que hoy se abren camino en el mejor béisbol del mundo. Tal es el caso de Jorge Soler, Lourdes Gurriel Jr. y Andy Ibañez con los que compartió en la selección nacional.

   En conversación reciente con SwingCompleto confesó que «me queda una experiencia muy bonita de los equipos Cuba en los que intervine ya que todo deportista desea representar a su país y con mis compañeros de ese tiempo todavía mantengo una buena amistad».

   Dariel jugó cuatro temporadas en la pelota cubana, alcanzó el título con Artemisa en la Serie sub 23 y en lo individual dentro de la Serie Nacional logró un promedio ofensivo de 235, muy inferior a los 303 de su último año, por mucho su mejor temporada ofensiva, en la que comenzaba a dar muestras claras de su talento.

   En general compiló en toda su carrera en la Isla un OPS de 618, slugging de 328; disparó siete cuadrangulares, cuatro triples y 24 dobles, anotando 57 carreras mientras que a la defensa dejó un average defensivo de 984. Le robaron en 102 ocasiones y capturó en el intento a 64.

   Todos los cambios de nivel implican un proceso de adaptación que no siempre se asume de la misma manera. En el caso de Dariel no resultó  rápida la transición al béisbol de la Serie Nacional. Apenas en su último año de labor comenzó a notar los frutos.

   «En Cuba pasé un poco de trabajo los primeros años debido al salto de los juveniles a la Serie; no todos los jugadores nos ajustamos tan rápido pero en el último año ya estaba más preparado para jugar todos los días. También había ganado más peso ya que en los primeros años estaba muy delgado. Me preparé bien y salió el resultado».

   Para la temporada 2014-2015 se convirtió en uno de los mejores jugadores de su posición. Sus números lo mostraban como uno de los  mayores talentos de toda la pelota nacional. Por lo que Dariel asegura que «proyectaba para hacer cosas grandes en el béisbol».

   Sin embargo, no siempre las cosas suceden como uno espera y «ese año siendo unos de los mejores receptores no me llevaron al Juego de Estrellas, fui a dos preselecciones y tampoco hice equipo teniendo buen rendimiento. Con 22 años y con un futuro por delante decidí salir de Cuba», argumenta las razones por las que prefirió buscar otras opciones.

    Fuera del país el camino de Dariel Crespo no estaría tampoco alejado de las dificultades. Iniciaba, entonces, otro duro proceso en sus aspiraciones de llegar al béisbol profesional. Junto a su familia radicó en Ecuador durante dos meses hasta viajar a México.

   En ese país y tras la obtención de la agencia libre tuvo una breve participación con los Cañeros de los Mochis en la Liga Mexicana del Pacífico: un solo partido y dos comparecencias al bate.

   «Ya varios equipos me habían visto y como yo tenía solo cuatro Series Nacionales para que me saliera la quinta y salir de la regla, y que el bono fuera mayor tenía que tener acción por lo que decidieron ponerme solo un juego y tomar dos turnos», explicó.

   La espera para proseguir el camino en el béisbol se alargó mucho más de lo que tenía previsto. Fueron dos años en que las ofertas se alejaron hasta que viajó a Estados Unidos y logró firmar con los Mellizos.

   «A mí me pasó lo que le pasa a muchos peloteros cubanos: un agente te esconde ofertas o piden más de los que los equipos quieren y pueden dar. Se pierden las ofertas y te dejan a la suerte destruyendo tu carrera. Después de eso yo entré a EE.UU. ya casi sin ganas de jugar béisbol y aparece la oportunidad de volver a los terrenos y se da la firma. Fue una alegría para mí y mi familia».

   El béisbol, parecía ser agradecido con tanto talento. Llegaba la tan buscada oportunidad, parecía que se enrumbaría definitivamente el camino de Dariel Crespo quien nos cuenta que «Minnesota me firma terminando la temporada y el año siguiente me mandan a entrenar dos meses. Antes de llegar al Spring Training participé en par de juegos, bateé de 5-3 y me salieron cinco al robo y agarré a los cinco pero una mañana me dicen que no tienen espacio para mí».

   Desde ese momento en que parecía eminente su llegada al béisbol profesional de Estados Unidos, tras su participación en AA con los Chattanooga Lookouts, prometido en un momento por los Minnesota Twins, Dariel Crespo no ha vuelto a jugar béisbol. «Después de esa experiencia yo podía haber salido del país pero estaba en proceso de residencia que demoró un año y medio en llegar».

   Los terrenos de juego en una liga acorde a su nivel le fueron esquivos, no le faltaron oportunidades, pero el destino muchas veces traza otros rumbos. Él los ha tenido que enfrentar y aunque «me hubiera encantado seguir en el béisbol las cosas a veces no son como uno quiere, créeme que lo intenté», concluyó.

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