SIN JUSTIFICACIÓN: Destacado exjugador camagüeyano murió con la soledad y el silencio de protagonistas

Por Yasel Porto

Del caso me enteré hace poco, pero quería precisar con otras personas para no irme con la primera referencia. Y así hice, corroborando algo que merece ser criticado sin cabida alguna para las justificaciones. En todo caso para las disculpas por el tratamiento irrespetuoso hacia uno de los peloteros más destacados que ha tenido la provincia de Camagüey.

Me imagino que pocos se imagen que me refiero al jardinero de los años 70 y 80 Eusebio Cruz Zamora, pues de su deceso casi nadie se enteró, primero porque sus últimos momentos de vida fueron bastante aislados del entorno sociodeportivo y en segundo lugar porque la difusión de su muerte fue tan limitada como el estado de salud en el que estuvo sumido en el noveno inning de su vida.

Dos fuentes bien cercanas a Cruz me ratificaron que el tratamiento que recibió por parte de las autoridades del deporte camagüeyano estuvo muy distante a lo que se ganó. Estuvo entre los mejores bateadores zurdos de su época y fue pieza fundamental en los dos únicos títulos del béisbol de su provincia (Serie Nacional 75-76 y Selectiva de 1977).

Fue campeón de bateo en 1973 (.345) y en varias ocasiones solo fue superado nada menos que por el fuera de serie matancero Wilfredo Sánchez, colideró los hit de la I Serie Selectiva en 1875 (66) y en dos lides encabezó otro de sus renglones predilectos: los dobles. En 13 temporadas compiló para 289 de average, y es preciso recordar que cogió varios años de bate de madera.

La muerte de Eusebio

Lo primero lamentable en toda esta historia es la inexactitud en el día que todo su cuerpo se paralizó mortalmente. No existe nada en la internet sobre eso y los que me suministraron la información de este hecho no recuerdan con precisión el día, solo que fue hace ya más de dos meses en la principal ciudad camagüeyana.

Además de dos personas bastante cercanas a Eusebio, uno por ser vecino y el otro por haber conocido a su esposa me habían escrito para comentarme sobre la situación. Luego pregunté a par de colegas de la tierra de los tinajones que básicamente se enteraron de lo ocurrido por mí, pese a que como cité antes ya habían pasado unas cuantas semanas.

Finalmente me comuniqué con Alex y Fernando, dos amigos en lo personal, quienes me comentaron al mismo tiempo la amarga experiencia de coincidir en la funeraria por otro asunto, precisamente la misma noche que estaba tendido el cadáver de Eusebio Cruz.

Según ellos me explican uno de los trabajadores de ese centro les comentó que la viuda había mandado a cerrar la capilla esa noche hasta el día siguiente pues si no había ido nadie hasta ese momento, la situación no iba a cambiar en la madrugada. Fue ésta persona vinculada con la funeraria quien se encargó de avisarle al INDER y a otros peloteros horas antes de la decisión de la esposa, quien junto a su hija fueron las únicas personas que estuvieron presente en el entierro la mañana siguiente.

Ataque de apoplejía fue la causa principal del deceso del integrante en dos ocasiones de la preselección nacional, noticia que recibió una escasa difusión en los medios provinciales y a nivel de país.

El propio trabajador funerario que pasó la notificación a algunas personas relacionadas con el béisbol en Camagüey hizo una crítica en público sobre la situación, la cual lamentablemente tuvo que retirar por ser cuestionado seriamente por su acción como si hubiese una segunda intención en ello.  Desgraciadamente era más importante regañarlo que ocuparse de su demanda, en la cual lo único que había era razón y justicia por alguien que no merecía ser despedido de una forma tan solitaria.

Como si se tratase de un completo desconocido, como si ese hombre no le hubiera dado tanto placer a miles de camagüeyanos que no habían ido a darle el último adiós. La mayoría por desconocimiento y unos pocos por falta de tanto.

Otro amigo al enterarse del suceso se lo comentó horas después al comentarista deportivo de Radio Cadena Agramonte Luis Manuel Pantoja, quien se sorprendió de la noticia al no haber recibido nada de las autoridades provinciales. Esa fue la manera que llegó la noticia al primer periodista deportivo del territorio, dándose al día siguiente por la radio local.

Al cabo de los dos o tres días fue que se comunicó a nivel nacional dentro del programa “Deportivamente” de Radio Rebelde, pero nada más, ni siquiera a través de las redes sociales.

TE PUEDE INTERESAR: Murió estelar exlanzador cubano y casi nadie se enteró

Yo no voy a entrar en por qué estuvo tan complejo el nivel de vida de Eusebio Cruz en sus últimos años porque del tema tendría que documentarme aún más. Ahora el punto no es si fue real o no que casi todos se olvidaron de él en su etapa final de existencia y quién tuvo más responsabilidad en sus condiciones de vida, física y económicamente. Repito que tendría que indagar mucho más para ser justo con la verdad y el objetivo del escrito está enfocado en el momento de su fallecimiento. De lo otro podrá hablarse con propiedad en otro momento.

Pero lo que sí no tiene justificación alguna es que él haya muerto de esta forma, sin nadie fuera de la familia en su velorio y entierro, y con una mísera notificación pública. Recalco que esta información me llegó por tres distintas en las cuales confío bastante, y sinceramente no me sorprende después de haber vivido en directo otros ejemplos de figuras del deporte de cierta o gran relevancia.

Ni la presencia de la pandemia ni el apartarse Eusebio de la vida pública son argumentos válidos para una despedida así. Esa persona merecía más respeto, por lo que hizo como atleta y por tratarse de algo tan sublime como la muerte. Se fue como si no hubiera existido más que unos pocos, sumando los dos que estuvieron en el proceso funerario y los que sintieron su deceso al enterarse de este desenlace.

Esto es algo inadmisible que no puede quedar también anónimo porque lo haría a uno cómplice de una basura. Lo digo en Swing Completo, en mi grupo de Facebook y si pudiera, como hice muchas veces por años, también lo hubiera expresado en la prensa oficial de Cuba. Incluso ojalá tuviera delante a los responsables, o más bien, a los irresponsables encargados, para decirle sin insultos, pero con firmeza, que así no se trata a nuestras glorias. No se trata de ideologías ni oportunismos ante la muerte de alguien y los errores de muchos para hacer leña y dinero.

Lo digo para que entiendan que la atención a los atletas retirados tiene que ser mucho mejor de lo que ha sido en múltiples casos. No solo se trata de aporte. En ocasiones muchos de esos veteranos añoran más el saber que siguen siendo importantes y recordados a través de invitaciones a eventos, visitas a sus hogares, entrevistas o trabajos con sus imágenes y estadísticas a través de la prensa. Y entonces cuando llegue el día de la muerte el mismo no se convierta solo en el momento para limpiarse de lo que no pasó en los últimos años con una corona, una despedida de duelo y una presencia formal. Sino que sea en un digno y sublime instante de despedida física, y de promesa a mantener el recuerdo eternamente a su legado.

Se trata de agradecer y respetar a esos que con virtudes y defectos se convirtieron en héroes. Eusebio Cruz no habrá llegado el equipo Cuba, ni habrá hecho lo suficiente para estar en boca de muchos como una súperestrella. Mas fue capaz de ser uno de los mejores de su equipo provincial cuando único pudo dominar en toda Cuba y junto a unos cuantos logros más que lo erigieron en héroe de su gente, y los héroes no se despiden de los suyos, ni en solitario ni en silencio.

Si ese día se olvidaron de él, qué vamos a esperar para el futuro donde será más fácil que su memoria permanezca en el mismo lugar donde fue enterrado sin que casi nadie pueda señalar dónde y cuándo. Muchos incluso se están enterando conmigo que hace rato dejó de estar entre nosotros. Quizá sea la mayoría de los que supieron de su existencia como jugador de béisbol. Por eso y disculpándome los que se incomoden con mi crítica, así sencillamente no sirvió.

Scroll al inicio