AL BATE CON MODESTO: Un pinareño es el pitcher activo más longevo del mundo

Por Modesto Agüero

   Varios han sido los peloteros que se han mantenido activos en la MLB con edades de 50 años o más. Son ellos: Satchel Paige (58 años, retiro: 1965), Charley O’Leary (58 años, retiro: 1934), Nick Altrock (57 años, retiro: 1924) Jim O’Rourke (54 años, retiro: 1904), Orestes “Minnie” Miñoso (54 años, retiro: 1980), Jack Quinn (50 años, retiro: 1933). De ellos solo Satchel Paige y Jack Quinn fueron lanzadores.

   Otros como Jamie Moyer (lanzó con 49 años), Cy Young (lanzó con 44 años y es el líder en victorias con 511), Julio Franco (48 años) y Bartolo Colón (espera jugar con los Acereros de Monclova en la Liga Mexicana temporada 2020-2021, su último juego en Grandes Ligas lo ganó con 45 años de edad)

   Baste decir que sólo 20 pitchers han lanzado al menos un inning tras los 45 años de edad, en la Gran Carpa.

   En la actualidad es difícil que un lanzador de béisbol, trabaje con 56 años, independientemente de la Liga que sea. Ese es el caso del vueltabajero Remigio Leal, actualmente residente en Barcelona, España.

   Jugó en nueve Series Nacionales, donde ganó 53 juegos y salvó ocho; pero podemos decir que llegó tarde a los campeonatos nacionales pues debutó con 24 años.

   Con la sencillez que siempre lo ha caracterizado, Remigio accede a conversar con los lectores de SwingCompleto y sobre todo trata de explicarnos como ha podido mantenerse tantos años lanzando: primero en esas nueve temporadas en la pelota cubana, posteriormente en Japón y como profesional en Nicaragüa, Italia y España.

   «Desde pequeño me gustó practicar deportes, estuve en atletismo y voleibol, además del béisbol. Este último lo comencé a jugar con más continuidad cuando fui a estudiar a la Habana en la Escuela de Veterinaria. Allí me gradué. Jugué una provincial por Cuatro Caminos, donde además estaba Germán Mesa. Mi entrenador de picheo era Ezequiel González, quién lo fue también con Industriales».

   Pasado ese tiempo, Remigio regresó a Pinar del Río y según nos cuenta «luego de graduarme pasé el Servicio Militar durante dos años y medio y allí no había condiciones para jugar béisbol. Como podrán notar perdí años importantes sin poder dedicarme por entero a este deporte».

¿Cuándo comienza seriamente a practicarlo?

   -Después de pasar el Servicio Militar Obligatorio, jugué provincial con Consolación del Sur y quedamos campeones. Luego ingresé en la Academia Provincial.

   »En el año 1988 llegué a la Serie Nacional con Forestales. Para ese entonces ya tenía 24 años, sin haber pasado la cadena de alto rendimiento de EIDE, ESPA, y además Pinar contaba con muy buenos lanzadores. Todo esto provocó que tuviera poca participación en esa primera Serie.

   »En la temporada 89-90 integré el principal equipo pinareño, Vegueros, con Jorge Fuentes como director y Román Suárez como entrenador. De los managers que tuve, considero que Jorge Fuentes ha sido uno de los mejores. 

Junto a grandes lanzadores, te emplearon en las dos funciones: abrir y relevar.

   -Si, estuve rodeado de grandes pitchers y afortunadamente tuve muy buenos consejos de Domingo Ordáz, quién me decía que un lanzador tiene que tener en primer lugar valor. Si hay que pegarle la bola a un bateador, se hace sin miedo. Siempre me ponían a lanzar frente a Industriales y La Habana, que tenían grandes bateadores y eso me ayudó mucho a pensar. Román Suárez decía que al terminar de lanzar a un pitcher tenía que dolerle la cabeza de tanto pensar como trabajar a los bateadores, más frente al bate de aluminio. Me basaba en la slider, tenía buena recta pero mi slider era de dos ángulos, lateral y tres cuartos que era muy bueno.

   »Llegué a ser el cuarto abridor en Pinar del Río. Estaban Omar Ajete, Reynaldo Costa, Faustino Corrales y los hermanos Azcuy entre otros. Luego pase a desempeñarme como relevista largo y más tarde a trabajar en el último tercio: 7mo, 8vo y 9no innings.

Final en el béisbol cubano e inserción en otras ligas. ¿Por qué?

   -En el año 1995, cuando se produce el retiro masivo de los jugadores en la Serie Nacional, fuimos a Japón varios peloteros. Estuve junto con Jorge García como jugador con el equipo Mitsubishi; otros fungieron como entrenadores de selecciones universitarias tal es el caso de Braudilio Vinent, Urbano González y Wilfredo Sánchez.

   »La disciplina en el béisbol japonés y su preparación física me ayudó mucho. Cuando regresé de Japón no existía la posibilidad de jugar en Cuba. A los dos meses me llamaron de Nicaragüa ya que el equipo de León necesitaba un lanzador y allí militaba con ellos el pitcher pinareño Orestes González, quién me propuso.

   »No estaba preparado, llevaba tiempo sin lanzar y mi primera salida fue de tres entradas: mi peor partido. No dominaba la zona, no tenía mi velocidad acostumbrada, o sea física y mentalmente no estaba preparado para eso. Allí decidí entrenar mañana y tarde para ponerme en forma y darle al pueblo de León lo que esperaban de mí. Fue entonces que mi trabajo fue mejor y quedamos campeones luego de 13 años.

   »Regreso a Cuba luego de dos temporadas en Nicaragüa y con 35 de edad. Alfonso Urquiola me dijo: “Si te preparas y estás bien haces el equipo a la Serie Nacional”. Entrené fuerte todo el tiempo e hice el equipo de Pinar, quedé entre los primeros relevistas largos en el campeonato. Doy gracias a Urquiola, que me motivó a jugar de nuevo en Cuba.

El tema del béisbol actual no puede faltar

   -Desde hace varios años el béisbol cubano no es lo mismo. Anteriormente los jugadores se entregaban más. Algo que ha tenido que ver con que el béisbol cubano se haya estancado es la Comisión Nacional.

   »Yo recuerdo en mi época que un entrenador que no tuviera rendimiento se iba, un manager como Jorge Fuentes con el equipo Cuba si perdía lo separaban, y yo me pregunto: “¿En la actualidad con estos pobres resultados no hay sustitutos, no hay nadie con capacidad para poder hacer un cambio? No lo entiendo”. Antes se hacía un equipo Cuba con transmisión de la televisión, con la participación de la Comisión, los managers, la prensa y hasta el público llamaba por teléfono. Hoy en día para dar a conocer un equipo Cuba se demoran más de una semana.

Las injusticias siempre han existido

   -Para que haya una mejoría en el béisbol cubano, primero hay que cambiar arriba y luego exigirle a los que están debajo.

Una posibilidad es la unificación

   -Se han ido muchos jugadores de gran calidad y hoy cuando surge una figura joven lo que aspira es jugar en Grandes Ligas.

   »Se puede hacer un equipo unificado con una reunión entre todos en Cuba. Creo que debe ser un 50 % de jugadores que están fuera y un 50% de los que están en la Serie Nacional. Porque en Cuba hay calidad, demostrado en que todos los años se van peloteros con mucho talento.

¿Qué tal tu experiencia con el béisbol español luego de 21 años?

   -A España llegué en el año 1999. Jugué con el equipo Viladecans, luego en el 2001 fui a jugar a Tenerife, allí con los Marlins quedamos campeones y aporté mi granito de arena abriendo y relevando en dos juegos que ganamos.

   »Debo aclarar que aquí en España y en toda Europa los jugadores se entrenan martes y jueves y se juega los fines de semana, o sea no es fácil jugar aquí.

   »Entre los 2005 y 2012 me mantuve jugando con el Barcelona y en la Liga Italiana, esta última más profesional que la española.

   »En Italia jugué con el Grosetto y trabajé como entrenador de picheo en el Nepttuno. En esta Liga estuve en el mismo equipo que Yosvani Peraza. Despues regresé a España a jugar con el Equipo de Vigo, fui líder de picheo y quedamos campeones.

   »Ahora en 2020 me habló el Presidente del equipo de Barcelona para jugar con ellos y quiero lanzar una temporada más y retirarme.

¿Desde cuándo no lanzas?

   -El año pasado solamente lancé en dos partidos pues el equipo de Vigo quedó campeón y yo fui de refuerzo a la siguiente fase en Valencia. Allí perdí por un error contra Barcelona y le ganamos a Murcia pero no pasamos a la fase de ascenso.

¿Cuál es el secreto para mantenerte lanzando con 56 años de edad?

   -Pienso que la preparación física ha sido mi principal arma para mantenerme tantos años. Yo me preparaba con antelación, cuando convocaban a una preselección yo llegaba con un 75 % en mi forma física.

   »No he tenido lesiones graves en mi brazo, he sentido molestias normales pero nada más. El secreto exacto es difícil decirlo. Entregarte, dedicarle el tiempo a lo que te gusta, convencerte de que tú puedes.

   »Soy el lanzador más longevo en activo del mundo. He recibido el premio en los resultados por el esfuerzo y dedicación de tantos años. Conozco bien mi cuerpo, se cuándo puedo llegar a más o menos. Apartar los problemas personales del juego de béisbol funciona. Siempre he querido demostrarle a mis hijos que para lograr todo en la vida hay que luchar y doy gracias a mis familiares que me han apoyado siempre y te digo que aún queda Remigio para lanzar un año más.    Lo cierto es que Remigio Leal es un ejemplo de dedicación y entrega, de amor al béisbol.

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