Por Reynaldo Cruz
Mucho debate ha habido en los últimos tiempos sobre si Shohei Ohtani debería ser el Jugador Más Valioso de la Liga Americana por delante de Aaron Judge. Hay que tener en cuenta que lo que ha hecho el Juez (más de 60 jonrones mientras compite por la Triple Corona) le vale para ganar el MVP sin discusión ninguna. Pero lo de Ohtani es de otra galaxia, y es hoy por hoy el mejor pelotero del planeta.
Cuando impresionó a todos por la velocidad de su recta y la potencia de sus batazos en el Koshien japonés, muy pocos pensaron que podía mantener un ritmo en ambos roles al más alto nivel. Tengámoslo claro: desde Babe Ruth, nadie más tuvo un dominio desde la lomita y desde la caja de bateo al unísono, y casos como el del cubano Martín Dihigo fueron también aislados y se dieron en circuitos fuertes, pero de menos nivel.
En su última contienda en Japón, se convirtió en el primer jugador de la historia en lograr al menos 10 victorias como pitcher y al menos 20 cuadrangulares como toletero en la misma temporada. Ese año, para garantizar su despedida por todo lo alto, se llevó el Premio Sawamura (el equivalente japonés del Cy Young), al tiempo que era seleccionado al Best Nines (Todos Estrellas) tanto en el puesto de lanzador como en el de bateador designado. Al igual que Ichiro Suzuki en 2000, era el pelotero más dominante de la NPB cuando decidió cruzar el Océano Atlántico.
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Cuando llegó a los Angels, tuvo un excelente desempeño que le valió llevarse los honores al Novato del Año del Nuevo Circuito, con 22 cuadrangulares y balance de 4-2 como lanzador. Luego de una temporada de menos actuación en 2019 (en la que no tuvo acción desde el box), y de la temporada de 2020 acortada por la pandemia, Showtime arrasó con todo a su paso para llevarse el MVP, producto de 46 cuadrangulares, 8 triples, 26 bases robadas, y 100 empujadas como bateador, mientras archivaba registro de 9-2 con 156 ponches y 3.18 de efectividad como lanzador.
Hasta ese momento, lo que había hecho no tenía antecedentes, y a pesar de que algunos de sus números ofensivos han mermado con respecto a 2021, su rendimiento en sentido general (sus contribuciones como jugador) ha sido superior. Solamente si miramos su WAR (Victorias sobre Reemplazo) podemos ver que el 9.2 que el 9.0 que tuvo en su año de MVP, aunque esta vez no es el líder, pues le supera Aaron Judge con su rendimiento digno de una historia de ciencia ficción.
Pero, ¿hasta qué punto es Shohei superior a los demás peloteros de la liga?
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Pues la ventaja radica precisamente en que, en este caso, sobre todo en este 2022, sí podemos comprarlo con el resto de la liga, pues ha enfrentado casi a la misma cantidad de bateadores (617) que las veces que ha comparecido al plato (635). Ohtani el bateador es ampliamente superior a los bateadores que enfrentan a Ohtani el lanzador… en casi todos los aspectos: línea ofensiva (BA/OBP/SLG/OPS .273/.357/.530/.887 por .215/.268/.332/.599), hits (152 por 121), carreras (88, solamente las anotadas, por 44), jonrones (34 por 14), boletos (71 por 42), al tiempo que se poncha menos (151 por 203 sus rivales).
Su WAR ofensivo de 3.8 se ve superado por su 5.4 desde el montículo, lo que indica que este año el pitcher Shohei ha sido mejor que el bateador Ohtani. Su registro de 14-8 lo coloca además como un fuerte candidato al Premio Cy Young, eso sin olvidar que será el que más reistencia le ponga al Juez para el MVP.
Fui de los que pensó que no podría jugar una temporada completa dominando tanto ofensiva como pitcheo, pero Ohtani día a día demuestra ser el pelotero más espectacular que hemos visto. Salvando las distancias, Babe Ruth nunca tuvo que enfrentar afronorteamericanos, ni pitchers especializados, ni analistas sabermétricos buscando el punto ciego de su zona de bateo. Y solamente en una contienda (1918) tuvo un dominio parejo en ambos aspectos. Antes de ese año, la balanza estaba mucho más inclinada a su pitcheo… y después, todo el mundo sabe lo que sucedió con su ofensiva.
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