Opinión: ¿Por qué llevamos peloteros lesionados al preolímpico?

Por Boris Luis Cabrera

Este sábado el sitio West Japan Sports de Yahoo confirmó que los sluggers cubanos Alfredo Despaigne y Yurisbel Gracial aún no habían podido entrenar con su equipo de los Softbank Hawks en la pretemporada del béisbol japonés, por andar ambos lesionados.

La noticia ha caído como un jarro de agua fría en el crudo invierno que vive nuestro amado deporte nacional a menos de un mes de la competencia más importante del año, donde los nuestros irán en busca de su difícil pase para los Juegos Olímpicos de Tokio del próximo verano.

“El caballo de los caballos”, como es conocido en nuestro país, continúa con dolores en una de sus muñecas (fibrocartílago triangular) y el ídolo matancero todavía está recuperándose de una fractura en el dedo meñique de su mano derecha, según reportes desde la tierra del sol naciente.

“No he practicado bateo desde que llegué a Japón debido al dolor en mi muñeca izquierda. Al parecer el cartílago está dañado y tiene un papel muy importante en la movilidad de las articulaciones de la mano”, declaró el “Despa” a los medios japoneses.

Si bien es cierto que la confianza que han depositado en ellos los aficionados está en números rojos debido a sus últimas actuaciones con el elenco antillano en eventos internacionales, solo algunos dispersos fanáticos estarían en desacuerdo cuando les colgamos a ambos el cartelito de “mejores peloteros cubanos disponibles de la actualidad” al desempeñarse con éxito en la llamada segunda mejor liga del mundo.

En seis temporadas en el circuito profesional de ese país, Despaigne ha disparado un total de 154 cuadrangulares con 452 remolcadas y un average ofensivo de 264. En la pasada campaña rompió su propio récord particular de vuelacercas con 36 y formó parte del equipo ideal del campeonato.

Gracial por su parte, en casi 160 partidos con los SoftBank exhibe un average de 310 con 37 estacazos de vuelta completa y 98 carreras empujadas y en su última temporada se convirtió en el segundo latino en ser nombrado Jugador Más Valioso (MVP) de los Playoff, al promediar 375 con 3 jonrones y 6 impulsadas en los cuatro partidos que necesitó su equipo para coronarse campeón.

Producto de estas lesiones hay mucha incertidumbre con respecto a su participación en la Liga Japonesa, al menos en los primeros partidos, y la situación no deja de ser bastante compleja también para las aspiraciones de tenerlos disponibles para el preolímpico.

Los directivos cubanos, según siempre han declarado, se han mantenido informados y al tanto de todos los detalles alrededor de todos los atletas contratados por aquellas tierras y es de suponer que el pasado viernes cuando anunciaron la nómina definitiva del equipo nacional, estas informaciones las manejaban a la perfección, sin embargo, ese tema nunca salió a relucir en la conferencia de prensa ni se han hecho declaraciones oficiales al respecto.

Ambos toleteros deberían incorporarse a la selección dentro de unos días, cuando esta salga hacia tierras mexicanas a cumplimentar una serie de topes preparatorios contra escuadras profesionales de su liga profesional como colofón al entrenamiento previo a la importante competición.

La pregunta está en el aire: ¿es necesario convocar a estos atletas que independientemente de su probada calidad no han podido entrenar y en el peor de los casos no podrán estar saludables antes del inicio de unos desafíos tan cruciales para el béisbol cubano?

Con relación a los peloteros contratados en Japón, ya han enfrentado en otras ocasiones una serie de elementos negativos que han conspirado con un buen desenvolvimiento de ellos, como husos horarios diferentes, desfasajes competitivos, falta de sincronización con el equipo y otros más etcéteras, que no les han permitido explotar al máximo su calidad y los han llevado a quedar por debajo de sus verdaderas potencialidades.

Una y otra vez los directivos han apostado por ellos pero esta vez-según mi simple opinión-se está corriendo un riesgo demasiado grande, mucho más teniendo en cuenta que son dos de los cuatro jardineros con los que cuenta el equipo, lo que ante cualquier contingencia abriría el camino a la improvisación y el desorden en plena competencia.

El tiempo apremia, fuera de la selección quedaron cuatro atletas con sus visas en la mano y sus papeles en regla, entre ellos dos jugadores de posición como Pavel Quesada y Yosvani Peñalver, este último jardinero, que pueden perder la forma deportiva si no se les incorpora de inmediato a los entrenamientos del conjunto.

Con estos truenos, esperar por una recuperación satisfactoria de estos atletas en menos de 20 días, es como pensar que la epidemia mundial del Coronavirus se podrá controlar en ese espacio de tiempo.

Lograr el boleto olímpico es una de los retos más grandes que ha tenido el béisbol cubano en su historia y no podemos dejarlo en manos de Dios ni del albedrío de nadie. Urge una acción rápida que nos permita al menos morir peleando con todas nuestras armas listas y bien engrasadas.

Nos vemos en el estadio.

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