PROBLEMA entre Pedro Jova y Andy Zamora AGRAVÓ CRÍTICAS contra manager de Villa Clara

Por Yasel Porto

Cuando Pedro Jova fue anunciado que regresaría como manager de Villa Clara, si bien me puse contento por un lado, lo que más pesó fueron las múltiples más preocupaciones que con el paso del tiempo se han transformado en una triste realidad.

El mítico extorpedero siempre ha sido una de mis figuras beisboleras favoritas y sabía que con su retorno se corrían muchos riesgos con quien llevó al béisbol villaclareño a su momento más glorioso, a mediados de la década del noventa.

Además del desempeño inestable de los Leopardos Azucareros en la 61 Serie Nacional, a Jova lo han criticado por varios aspectos que se dice han pesado en los resultados negativos de uno de los equipos más tradicionales de Cuba. Y como es costumbre en los tiempos actuales muchas de esas opiniones no han llevado ni un ápice de respeto y consideración.

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Al margen de nuevos cuestionamientos sobre su responsabilidad en la doble derrota sabatina frente a Pinar del Río, el tema de sus contradicciones con el veterano jardinero Andy Zamora es el que está de moda.

Según dijo públicamente el controvertido comentarista villaclareño Normando Hernández, hubo una situación entre el manager y el jugador cuando éste último reclamó su poco juego durante la que pudiera ser su última temporada.

Para Jova no fue la forma correcta y eso ha contribuido a afianzar su ausencia en el lineup. En esencia fue parte de lo expresado por este colega, lo que enseguida se viralizó en distintos grupos de Facebook.

No obstante, el mentor de los anaranjados dijo también en reciente conferencia de prensa que Zamora decidió no jugar tras ser incluido en uno de los partidos recientes.

Un elevadísimo porciento de los que han escrito han defendido al atleta, pues piensan que a pesar de sus veinte años dentro de las Series Nacionales podía haber aportado más que otros que sí han recibido participación mayor participación. Conjuntamente con el argumento real que no deben primar asuntos extradeportivos en la realidad que ha estado presente con Andy y su falta de protagonismo en la campaña que casi cierra su primera etapa.

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Lo que en verdad me ha impactado son aquellos que han criticado sin contemplación. Ha habido ofensas de todo tipo, especialmente de fanáticos villaclareños sumamente exigentes que solo miran para el presente.

Andy Zamora ha sido un elemento más que ha servido para responsabilizar la muy probable no clasificación de los cinco veces campeones cubanos. Sus métodos y estrategias dentro y fuera del terreno, su carácter poco explosivo, y muchos otros aspectos deportivos y sociales han encontrado opiniones adversas casi desde el comienzo mismo de la 61 Serie.

Eso era lo que temía precisamente con la figura de Pedro Jova. Que hoy estuviera en medio de una balacera que a lo único que contribuye es a dañar una imagen que hace un tiempo parecía intocable y casi sagrada.

Más allá de que no pocos dijeron que no debió volver después de haber sido destituido injustamente tras discutir la final de 1997 contra Pinar Río, lo que me frenaba a celebrar la vuelta de Jova tenía que ver más con las críticas por las que está pasando hoy por parte de fanáticos, periodistas y jugadores.

Fue mucho el tiempo sin tener contacto con este béisbol y se produce su regreso en medio de un panorama que nada tiene que ver con aquella década del noventa en la que hizo de aquel equipo Villa Clara uno de los mejores en la historia de las Series Nacionales. Eran los tiempos de aquella «Maquinaria Naranja» que disputó cinco finales sucesivas entre 1993 y 1997 y coronándose en las tres primeras de ellas.

Es otra generación de peloteros, la manera de dirigir ha cambiado y si a eso sumamos que el conjunto que recibió hoy no está entre los mejores de Cuba, entonces son varios los factores en contra de un hombre que no es mago y que por ley de la vida su edad más avanzada le impone adaptarse menos a estas diferencias en comparación con su etapa feliz.

Y arriba de eso una sociedad en la que hay más personas que antes para la palabra respeto no es parte de su diccionario. Como también hoy existen espacios públicos que permiten virtualmente de todo un poco, y que algo de un grupo minoritario se convierta en tendencia y de esa forma termine perjudicándose la imagen de alguien como él.

No se me olvida aquel comentario mío que todavía está público cuando expresé mi temor tras ser anunciado como nuevo manager de los Leopardos Azucareros. Si bien muchas veces hay que darle «tiempo al tiempo» y dejar que sea el destino quien hable, en ocasiones hay cosas que no es necesario esperar a que el futuro se convierta en presente para que se cumplan ciertos pronósticos.

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Claro que estoy en contra que los asuntos personales influyan en la parte profesional, como también considero que Andy Zamora debió tener muchas más oportunidades. Sobre los errores de dirección no soy quien para dar o quitar razón a nadie, pues no seguí los juegos de Villa Clara como para eso. Y sobre el carácter de Jova, él nunca fue

Lo que veo es un cuestionamiento popular en tal sentido, incluso de especialistas, lo cual pudiera ser el mejor termómetro que en efecto no ha sido positivo el papel jugado por Jova en un retorno que tal vez sea muy temporal.

No estoy en contra de los que cuestionan, solo de los que irrespetan y de paso tratan que esta imagen negativa dentro de la actual Serie Nacional supere todos los logros que como jugador y manager lo encumbraron en la élite de todo un país. Por favor, seamos todos justos y agradecidos con quien mucho hizo una vez, y que la pasión beisbolera no trascienda los límites de los valores humanos. Bastante tuvo que pasar ya cuando fue sacado a prejuicio puro de la dirección, junto con otros peloteros que hicieron a Villa Clara el mejor de Cuba.

Por eso estamos cada día peor, porque muchos no saben disentir, confunden libertad con libertinaje, y todo lo que vaya contra su opinión, por política o por cualquier tema, los hace apoderarse de un derecho de agredir sin compasión. Sin poner en una balanza las cosas y atentar contra la imagen de alguien que tiene un historia profesional más grande que la mayoría de nosotros. Se ofende muchas veces sin argumentos, con nombre falso y desde la distancia. Así cualquiera es valiente y también el mejor manager, pelotero, periodista y lo que sea.

El caso de Pedro Jova hace valedero una vez más aquello de que segundas partes nunca fueron buenas. Y eso aplica para muchos que un día se convirtieron en mitos, y así debieran quedar por siempre, sin dar pie a que se pueda dañar esa leyenda por vivir en tiempos donde casi todo lo puede hacer.

Personalmente me quedaré siempre con la imagen de ese torpedero extraclase que hoy figura entre los mejores que ha habido en Cuba y de un manager que convirtió a un equipo en el mejor de una época súper competitiva, y más que eso, en hacerlo trascender su tiempo como uno de los más importantes entre todas las épocas. Un hombre que se ganó la etiqueta de inmortal e imprescindible de nuestra historia beisbolera.

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