PROTAGONIZARON peloteros cubanos hecho ÚNICO en la historia de MLB

Por Yasel Porto

El cubano Esteban Bellán se convirtió en el primer pelotero latino que jugó en una liga profesional en Estados Unidos, precisamente cuando nacieron los circuitos con este carácter en 1871 y no sería hasta 133 años después que se materializaría algo como lo sucedido esta noche de jueves 15 de septiembre con los Rays de Tampa Bay.

Sobre todo por el impacto y relevancia que tienen en el equipo floridano Yandy Díaz y Randy Arozarena, quienes alinearon como primer y segundo bates respetivamente en una novena resaltan otras estrellas como los dominicanos Wander Franco y Manuel Margot, junto al colombiano Harold Ramírez.

Hace unos días los Rays habían hecho historia con sus nueve hombres del orden al bate nacidos fuera de Estados Unidos (contando al coreano a Choi), pero en esta ocasión se trata solamente de latinos.

Eso demuestra la incidencia cada vez más preponderante de los naturales de países como Cuba, Dominicana, Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Panamá o México dentro del mejor béisbol del mundo.

Si bien durante muchas décadas fue Cuba la reina y señora de Latinoamérica en todos los órdenes, especialmente el individual, el cierre del béisbol profesional en la Isla trajo el desarrollo de otras naciones que hoy evidencian su indiscutible calidad en cualquier nivel.

En este logro, y aunque parezca que no, también está el aporte de grandes peloteros del pasado que de cierta manera han sido precursores del espacio ganado por los latinos en las Ligas Mayores.

El propio Bellán, junto a la primera gran estrella de la región, Adolfo Luque, más lo conseguido por el también cubano Orestes Miñoso a la hora de romper la barrera para los negros no estadounidenses. Y claro que también sumar a otros que llegaron más tarde como Roberto Clemente, los dominicanos de los Gigantes y otros cubanos como Tany Pérez, Luis Tiant y Tony Oliva.

Sin obviar jamás a un empresario de la talla de Alex Pompez, que además de haber insertado un equipo de latinos en las poderosas Ligas Negras, años más tarde fue el motor principal que llevó a un sin número de latinos a las Grandes Ligas a través de la franquicia que una vez estuvo en Polo Grounds, New York, y que luego se mudó para San Francisco.

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