Por Juan Páez
Alejandro Kirk puede no ser el prototipo físico del jugador estrella o destacable en Grandes Ligas. Su estatura, de 1.73 metros, es relativamente baja si la comparamos con la mayoría; su peso, de 120 kilogramos, es elevado para su estatura. Pero eso no le impide en lo absoluto ser uno de los puntales ofensivos de los Azulejos de Toronto, como se convirtió en 2022 gracias a una muy buena campaña.
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De hecho, si ahondamos en sus medidas, solo hubo 18 peloteros en la temporada 2022 de la Gran Carpa con un peso de al menos 265 libras. En esa lista, podemos encontrar a Aaron Judge (liderando, con 282 libras), Jesús Aguilar, Michael Pineda, Miguel Sanó, Miguel Cabrera y Kenley Jansen, entre otras figuras.
El asunto con Kirk es que es el más pequeño de la lista, con apenas cinco pies y ocho pulgadas. El mexicano se ubicó entre los 24 hombres más pequeños de las Grandes Ligas en la recién finalizada temporada.
En cuanto a los Azulejos, Kirk fue el pelotero de menor estatura en 2022 y también el más pesado, aunque en este último renglón compartió el primer lugar dentro de su equipo con el lanzador zurdo Matt Gage.
Sin embargo, Kirk lo que hizo fue batear, además de desempeñarse de manera parcial en una posición exigente como la receptoría. De sus 139 juegos disputados este año, 78 fueron como careta, 51 como bateador designado y en 16 ocasiones salió como bateador emergente.
En 541 apariciones al plato, el azteca, de apenas 24 años recién cumplidos, conectó 134 hits. Entre ellos, hubo 19 dobles y 14 cuadrangulares, además de 63 carreras empujadas y 59 anotadas. Entre los aspectos más impresionantes de Kirk, está su comportamiento en la caja de bateadores: apenas se ponchó 58 veces y tomó 63 bases por bolas.
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Kirk acompañó todos esos números con una buena línea ofensiva de .285/.372/.415 y un OPS de .786. El jovencito fue a su primer Juego de Estrellas y ganó el Bate de Plata como el mejor receptor ofensivo de la Liga Americana. Para obtener ese galardón, venció a los otros finalistas: Sean Murphy, Cal Raleigh, Adley Rutschman, Salvador Pérez y Martín Maldonado. Fue el único jugador de los Azulejos que se llevó a casa tal distinción, pero aparte es el primer catcher de Toronto en ganarla y también el primer careta mexicano.
Si hay razones por las que Kirk puede establecerse en el largo plazo con los Azulejos, deben ser estas: le pega con mucha fuerza a la pelota (90.5 MPH en promedio de velocidad de salida), casi no falla al hacer swing (15.4 % de abanicado), prácticamente no se poncha (solo en el 10.7 % de sus apariciones) y es de los mejores en framing (94 percentil en la liga), el arte de convertir bolas en strikes ante los ojos del umpire principal.
A Kirk parece que le vale gordo el peso y su estatura. Brilla como sea. El 2023 será una campaña interesante para el hombre de Tijuana.
