Por Robiel Vega/@robielcuba87
Una excelente noticia nos llega desde la Atlantic League, una liga independiente norteamericana que, para muchos, es la más fuerte del país. Roberto Baldoquín, ex miembro de los Leñadores de Las Tunas, se coronó campeón con su equipo siendo el eje del bateo, ocupando puestos de cabecera en la mayoría de los renglones ofensivos del torneo.
En un artículo para el Sitio Cubalite, se nos da a conocer la gran actuación del tunero esta temporada con el equipo Lexington Legends, un elenco que debutaba en la Atlantic League y que le podría servir de trampolín a Baldoquín apara su retorno a una organización de Grandes Ligas.
Roberto Sullivan Baldoquín nació el 14 de mayo de 1994 en Las Tunas y desde las categorías inferiores estaba llamado a ser una gran estrella del béisbol nacional, formando parte de varios equipos Cuba en diferentes categorías.
Sin haber cumplido los 18 años debutó en Series Nacionales con los Leñadores de Las Tunas, equipo con el que permaneció las siguientes tres temporadas, logrando, en la última de ellas, sus mejores números, con una línea ofensiva de (.279/.372/.324/.695) (AVE/OBP/SLG/OPS), aunque lo cierto es que disputó apenas 23 partidos y se paró en la caja de bateo en 79 ocasiones.
En tres series nacionales (2011-2014) apenas participó en 86 juegos, con promedio ofensivo de 254 (189-48), dos dobles, cuatro triples y un solo jonrón. Anotó 35 carreras y remolcó 22, completando su slach line con 340 de OBP, slugging de 323 y OPS de 663.
Fue entonces que este talento de entonces 20 años tomó la decisión de emigrar rumbo a República Dominicana y perseguir su sueño de jugar en Grandes Ligas y rápidamente firmó un contrato con la organización de los Angelinos de Los Ángeles, con un bono de ocho millones de dólares y fue asignado a los Inland Empire 66ers, que milita en la California League con catogaría A avanzada (A+).
Tras dos temporadas en ese equipo no logró cuajar, bateando para 235 y 198 en 2015 y 2016 respectivamente, conectando un solo jonrón y empujando 42 carreras en 142 desafíos. De esa manera fue bajado a la categoría inferior en 2017, recalando entonces en los Burlington Bees, de la Midwest League, donde su rendimiento fue superior (.253/.307/.376/.684), por lo que fue promovido para 2018 a la categoría AA.
Esta promoción fue una muestra de confianza que el tunero no supo aprovechar; tras 51 partidos en los Mobile BayBears y dejar una línea de bateo de (.269/.321/.342/.663) , con un jonrón y 27 remolques, fue nuevamente llevado a los Inland Empire 66ers de la A+, con los que cerró la temporada con 31 partidos disputados y bateando para 293, su mejor average en las Menores desde su llegada, lo que hizo volver a soñar a la organización, que para 2019 lo volvió a promover a AA.
En un total de 80 juegos participó el tunero y apenas pudo batear para 232, con par de jonrones y 23 empujadas. Su OBP no llegaba a 300 por primera vez (293) y su slugging quedó en un paupérrimo 301. Meses antes, en el otoño de 2018, en la Arizona Fall League, apenas pudo batear para 093 (43-4) en 11 partidos y fue otra vez decepcionante.
El despido no se hizo esperar, tras la ausencia de temporada de Ligas Menores en 2020, la franquicia anunció su salida en mayo de este año, por lo que el tunero, ya con 27 años, debía pensar muy bien su próxima parada, porque un fracaso más sería cavar su tumba como futuro jugador de Grandes Ligas.
Fue entonces que firmó contrato con los Lexington Legends y esta vez si cumplió y sobre cumplió las expectativas. Quedando tercero de los bateadores con 353 (403-143), por detrás de Michael Russell (360) y Michael Osinski con 359. Ocupó esa misma posicón en cuanto al OBP con 446; duodécimo en slugging con 553 y sexto en OPS con 999.
Fue, además, octavo en anotadas con 90, segundo en hits con 143 a uno del líder, cuarto en dobles con 30 y séptimo en triples con 4. Ocupó el lugar 15 entre los máximos remolcadores con 75, lugar 20 en bases robadas con 13 y el 24 en boletos con 49.
En la discusión del título, contra el equipo de Long Island Ducks, el torpedero tunero alineó en cada uno delos desafíos alternando como quinto y sexto bate, promedió para 313 (16-5), empujó cinco y anotó en cuatro ocasiones, como dato adicional, según reporta el propio sitio Cubalite, Baldoquín empujó al menos una carrera en cada uno de los cuatro desafíos finales.
Para coronar la excelente temporada, alcanzó el título de la Liga con su equipo, dejando atrás todos los fantasmas y enfocado en su futuro, consiente de que a su edad no es nada fácil, pero ejemplos como los de José Adolis García y Yadiel Hernández sirven de inspiración y demuestran que cuando hay calidad, no importa la edad, ésta termina por imponerse. Sin más, nos vemos en la próxima.