Por Guillermo Sánchez
Se preveía que la batalla por el banderín de la Liga Nacional iba a estar muy pareja. Por un lado Philladelphia Phillies vienen de derrotar a St. Louis Cardinals y Atlanta Braves, por el otro San Diego Padres hizo lo propio con New York Mets y Angeles Dodgers. Si se fijan bien, cuatro SUPER CANDIDATOS y los últimos dos campeones.
Y así fue, el día de ayer se vieron las caras por primera vez en San Diego. Un partido con cuatro hits (tres de Filadelfia y uno de San Diego) no puede tener otro nombre que: ¡PARTIDAZO!. Este partido salió en favor a los visitantes dos carreras por cero.
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El día de hoy no podía ser diferente, pero a la contraria. Ayer figuraron los lanzadores, hoy son los bates, al menos eso estamos apreciando hasta este instante. Vale acotar que al momento de la redacción de esta nota el partido está en el tercer episodio con marcador de 4×2 favorable a los visitantes.
Las dos carreras de los locales vinieron como reacción de las cuatro anotadas por Filadelfia en la alta del tercer inning. Y que mejor manera de descontar que con un Back to Back.
El primero fue un bambinazo de Brandon Drury que mandaría a lo más profundo del jardín izquierdo un pitcheo quebrado a 94 MPH de Aaron Nola.
El segundo llegó con el bate de Josh Bell, una recta de cuatro costuras del lanzador de Filadelfia a 93.8 MPH fue mandada a volar por la raya del jardín derecho para colocar la segunda carrera de su equipo.
