SEPULTADO HOY exlíder en juegos lanzados y entrenador muy querido en La Habana

Por Yasel Porto

Uno de los hombres del béisbol que más trascendió en los últimos veinte años en el trabajo con las categorías menores en La Habana tras su paso por la Serie Nacional, fue sepultado la víspera a su lamentable fallecimiento en la misma jornada de viernes.

Se trata de Jorge Salazar, «Pololo», un exlanzador derecho de Series Nacionales y Provinciales que después de su longeva trayectoria sobre el montículo se convirtió en un respetable entrenador en las categorías menores.

Miembro de varios de los equipos Metropolitanos a mediados de la década del ochenta, en 1983-84 logró el liderazgo en juegos lanzados y relevados (27) dentro de aquella campaña beisbolera.

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Salazar trabajó por más de dos décadas en los torneos capitalinos al más alto nivel (lanzó con más de cuarenta años), tuvo unas cuantas temporadas de excelentes resultados. Se desempeñó sobre todo con Habana Vieja (Industria Ligera) y con otro combinado de mucha fuerza como Centro Habana.

En sus últimos años como monticulista de los certámenes capitalinos ya había comenzado a relacionarse con el béisbol en la base recorriendo varios territorios. El último de ellos fue el Cerro, donde hizo una formidable labor junto a Armando Mallorquín y otros entrenadores sumamente valiosos de ese municipio.

La última vez que conversé con Salazar había sido afectado por una parálisis en el lado derecho por serios problemas de presión arterial, algo que le había disminuido alguna de sus facultades físicas. Aquel encuentro se produjo en el estadio infantil «Juan Ealo» (Ciudad Deportiva) a propósito de la celebración de la Copa Ismaelillo, la cual fue organizada por la Sociedad Cultural José Martí.

Allí pude comprobar el cariño que se había ganado entre los niños de las categorías 9-10 y 11-12 años, además de varios padres que evidenciaron sus buenos sentimientos hacia él tras verlo con un bastón y el habla un poco más pausado que de costumbre.

Después de eso llegó la pandemia y no tuve más noticias de Jorge hasta que un aficionado me comunicó del desgraciado suceso en la madrugada de este viernes. Uno de los primeros peloteros que se hizo eco de su fallecimiento fue el exjardinero Jorge Benjamín.

Rolando Verde, figura trascendental del béisbol capitalino como jugador y entrenador era uno de los que tenía mejor vínculo con Salazar. «Muy buena persona, decente, trabajador. No tuvo esos grandes resultados como pelotero en comparación con los mejores de su generación, pero se dio a respetar entre sus compañeros de equipo y después como entrenador donde sí se destacó mucho más», me comentó el otrora preparador físico de Industriales en una ocasión.

Según información suministrada por el propio Benjamín y Juan Manuel Ramos, «Pololo» fue sepultado en horas de la mañana de este viernes en la Necrópolis de Colón de la capital cubana.

Desde el pasado domingo fue internado en el hospital Calixto García por retención de líquido y aunque fue dado de alta rápidamente, un día después tuvo que volver al centro médico por serios problemas en los riñones. Así fue degradándose cada vez más hasta que los médicos sacaron la conclusión que todo era cuestión de tiempo.

Su presión se desestabilizó por completo y se hizo imprescindible ser transfundido por el nulo funcionamiento de su sistema renal. A las 2:50 de la madrugada del viernes se apagó su vida definitivamente.

Lo vivido en las últimas horas fue bastante duro para un gran número de personas entre familiares y amigos para quien fue una persona sumamente especial.

El tiempo entre el momento de la muerte de «Pololo» y su enterramiento fue muy corto, incentivado entre otras cosas por su físico deteriorado. Hasta la salida del artículo no había trascendido nada públicamente por algún medio oficial o no oficial.

Llegue a su gente más cercana el pésame profundo y sincero de este periodista y de Swing Completo en general. Buen viaje a la eternidad.

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