Ser cubano y PAGAR el precio de DISENTIR

Por Robiel Vega/@RobielVega

En Cuba, ser libre, al menos en alguna fracción de ese concepto, es algo al que muchos quieren aspirar, pero asusta pagar el precio. Vivir en una isla con régimen totalitario, al cual no puedes contradecir porque te sataniza como al peor de los seres, se puede tornar en extremo complicado.

A raíz de los sucesos del histórico 11 de julio, fecha que la dictadura intenta tergiversar en día de «defensa de la revolución», cuando en realidad todo el mundo ha visto que es la jornada de mayor movimiento anticomunista y de liberación nacional que se haya visto en más de 60 años de opresión, decidí postear, en mi muro de Facebook, porque es mi derecho como ser humano, una declaración de posición política, donde, mostraba a la luz pública todo lo que había tenido que callar durante varios años.

Como muchos, en este país, por un mero sentido de supervivencia, nos hemos visto obligados a fingir apoyo al régimen, con el único objetivo de garantizar un salario que nos dé el sustento, el nuestro y el de nuestros hijos, aunque éste, realmente, nunca alcanzara.

Sólo los que me conocen personalmente saben que, además de mi trabajo como periodista deportivo, el cual llevaba como una profesión alternativa, también me desempeñaba, desde noviembre del 2020, como especialista en la Dirección Provincial de Finanzas y Precios, en mi ciudad de residencia, Las Tunas.

A raíz de mi post, fui llamado el lunes 12 de julio a la oficina del Director, Ernesto Luis Cruz Reyes, allí me esperaban los miembros del Consejo de Dirección incluido el informático de la entidad Ilder Vega Hernández. miembro del Partido Comunista y hasta la fecha, creía yo, una persona que sentía aprecio por mí.

Allí, con el post mío en una pantalla se me hizo un juicio político donde, para no hacer tan largo el cuento, fui acusado de cobarde, de traidor a la patria y de que no era digno de su confianza. Al cuestionarlos sobre si existía alguna queja sobre mi trabajo y mi desempeño durante mis 8 meses allí, todos hicieron silencio.

Al negarme a solicitar la baja, el Director, representante del Gobierno Revolucionario, me dijo que no la pidiera, que yo iba a «llevar lo que me tocaba» y que esperara la medida y la sanción.

También me advirtió de que no podía volver a poner un pie en Finanzas y que de hacerlo, me harían lo mismo que le habían hecho a la «gente en la calle». Al emplazarlo y decirle que me dijera claramente si me estaba amenazando de agredirme físicamente y darme palos, el muy cobarde se quiso retractar y aclaró que él nunca había dicho eso, a lo que yo le contesté: «lo que le hicieron a la gente en la calle fue darle golpes y hasta matar».

Todos mis excompañeros, estuvieron de acuerdo en mi expulsión, porque en este país pensar diferente y disentir es el peor de los delitos. Así trata el gobierno y sus lacayos a quienes han cometido la aberración de pensar con cabeza propia y quitarse la venda de los ojos.

La gran mayoría de ellos desconoce que, gracias a este sitio, hace varios meses mantengo a mi familia, pero nada le importó que fuera un padre al cual le quitaban su único sustento para mantener a su esposa e hija. A ellos no le importó y nunca se detuvieron a pensar, que podrían estar afectando a una pequeña de 9 años que nada tiene que ver con la política sucia de este país.

Gracias a Swing Completo, puedo prescindir de cualquier trabajo estatal y eso me hace sentir muy liberado de algunas de las cadenas que me ataban al régimen. Ahora, con todo el tiempo en mis manos, puedo dedicarme 100 por ciento a mi pasión, la prensa deportiva.

Gracias a mis amigos por la preocupación y el interés, a todos, decirles que estoy bien, fuerte y dispuesto a seguir trabajando más que antes. Nunca olviden que casos como éstos, son más comunes de lo que imaginamos en una Cuba esclava. Espero pronto ver el día en que rompamos las cadenas. Viva Cuba Libre. Sin más, nos vemos en la próxima.

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