Industriales puso a Entenza en su lugar y terminó alarde de Matanzas

Por Boris Luis Cabrera

No era un partido de vida o muerte, tampoco estaba en riesgo clasificaciones y mucho menos se discutía el campeonato, pero este sábado en el Latinoamericano estaba en juego el orgullo de algunos y la honra de muchos.

No está claro si Noelvis Entenza es un renegado o fue desestimado, lo cierto es que “torció camino y se perdió del Moro”, lanzó la chamarreta azul en la bahía de la Habana, se afeitó la melena y se fue a la ciudad de los puentes a vestirse de rojo y a defender a fieros Cocodrilos.

Hoy se encaramó en el box a tirar pelotas contra su antiguo equipo, en un “Coliseo romano” adverso en medio de iras y de soberbias colectivas y después de cuatro entradas lanzadas, un Dios caprichoso escondido por los graderíos, bajó el pulgar y en pocos segundos fue devorado por los Leones hambrientos.

La tropa del “Rey” Anglada con apenas seis imparables y favorecidos por cuatro boletos del diestro de 34 años (tres de ellos de forma intencional), le pisó la goma del home-plate en cinco ocasiones para vencer con marcador final de 6-4 y lograr así su éxito número 189 a costa de los equipos yumurinos en Series Nacionales y su número 100 contra conjuntos que han llevado el nombre de Matanzas en el pecho.

Un bambinazo en solitario de Lisbán Correa en el segundo episodio abrió el marcador, hizo temblar las tribunas azules y silenció la marea roja apiñada por la banda de primera. Una entrada más tarde, un cañonazo de dos bases de Yordanis Samón con dos a bordo rompió el empate y zarandeó a Entenza en el montículo.

En el quinto, después de un doblete de Dayron Blanco y un ingenuo boleto intencional a Correa, cohetes consecutivos de Jorge Enrique Alomá y Yoandry Urguellés hicieron estallar por los aires al abridor matancero, tiñendo de azul la tarde habanera.

Los visitantes lograron marcarle una carrera al abridor Bryan Chi con apenas un par de imparables en cinco capítulos, otra al relevista José Pablo Cuesta, quien entró dando cuatro malas a los dos rivales que encontró en la caja de bateo, y un par más a la hora de recoger los bates y las pelotas por un jonronazo del ex-Grandes Ligas Erisbel Arruebarruena que encontró un compañero en circulación frente a los envíos del novato Erick Christian González

Antes, el bisoño de apenas 20 años había lanzado un tercio de partido inmaculado a ritmo de seis ponches y su camino a las duchas fue acompañado del aplauso agradecido de las casi 9000 almas presentes en el estadio.

Del resto se encargó “El bombero de Guanabacoa” Andy Rodriguez, con un cierre espectacular liquidando a los tres adversarios que enfrentó a paso chévere por la vía del ponche.

Con esta victoria, los Industriales de la capital se colocan en la novena posición del torneo a solo medio juego del puesto de comodín y dos de la clasificación directa.

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