Serie Nacional 59: Santiago y el retorno de un rey

Por Alexander García Milián

No es de los Premios Oscar, de la saga de El señor de los anillos… en fin, no es de cine de lo que hablaremos, otra vez, como casi siempre  es de pelota, de pelota cubana.

Ya es oficial, el primer lugar de la primera etapa en la Serie 59 es Santiago de Cuba y es tal vez la noticia más trascendente de los últimos años, pues en este tiempo no recuerdo que uno de los cuatro grandes de la pelota cubana dominara el comienzo del torneo doméstico.

Es Santiago que renace como el ave fénix, con una generación dorada- ausentes incluidos- una generación no como las aplanadoras de finales de los 90 y comienzos de los 2000; es una nueva hornada de jugadores que quieren lucir y hacer bien las cosas y punto.

Para muchos el suceso sigue siendo sorpresa, más aún cuando a comienzos de campeonato los del Oriente llegaron a estar sin bates para jugar; incluso creo que ni los más halagüeños de los pronósticos metían a Santiago entre los cuatro siquiera.

Ahora los Heriberto Rosales reviven anhelos y despiertan viejas esperanzas, la espera ya da sus frutos y los campeonatos sub 23 ganados por los indómitos demuestran no ser cosas de azahar.

Para ir más allá, pienso que en un contexto de morbo e incertidumbre, el regreso de un grande como Santiago puede ser un aire de cambio necesario para el béisbol cubano, ya Paret incluso hablo en la prensa nacional de que en Villa Clara se debía dar paso a la nueva generación, rearmar un elenco como los santiagueros y los camagüeyanos.

La historia de Santiago en esta temporada se va escribiendo con otros matices, han sido cinco o seis años ahí, pasándola en ascuas, dando refuerzos por aquí y por allá, dejando relegado al cruento pasado toda esa gloria vivida.

Es Santiago con Alberto Bisset y Dany Betancourt que no ven los años pasar y ni el mejor vino español se les acerca, pues dominan a placer en la Serie, lanzando juegos de película como esa lechada de Bisset ante Matanzas en la última subserie de la clasificatoria.

Cuando vemos entonces que un chamaco de la talla de Yunior Tur está entre los mejores cerradores del evento y sacarle el bate es dura faena; comprendemos pues que lo de Santiago es en serio realmente.

Entonces si a la veteranía de Edilse Silva- ya no será refuerzo- le sumamos el novel talento de Yoelkis Gibert, Adriel Labrada, Ricardo Ramos y Ruden Sánchez,- ¡señores!- puede ser que la versión tres de la aplanadora este tocando la puerta; incluso si incluimos para la segunda ronda a un hombre como Oscar Luis Colas, la cosa es de recoger e irse.

Estimados lectores, tocar el tema era cuestión de honor, a los grandes se les debe respeto, cuando Pinar del Río y Villa Clara van quedando atrás, Santiago repunta y da la clarinada, es este sin objeción un hecho más que simbólico, es lo mejor que le podía pasar a la pelota cubana en tiempos como este.

Nos vemos a la vuelta.

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