Por Swing Completo / contacto@swingcompleto.com
Múltiples deportistas de la Isla han salido de protestar o denunciar públicamente en favor del pueblo cubano y en contra de la actitud negativa del gobierno que rige los destinos de la Isla desde hace 62 años. Peloteros, futbolistas, luchadores, ajedrecistas y boxeadores han tenido el mayor protagonismo, pero otras disciplinas han encontrado exponentes que de una u otra forma se han proyectado sobre la situación delicada que se ha estado viviendo en la otrora “perla de las Antillas”.
Del casi centenar de cubanos que asisten a la cita ecuménica de la capital japonesa, 69 de ellos dentro de la delegación de la Isla, el subcampeón olímpico de los 110 metros con vallas en Río de Janeiro 2016, Orlando Ortega, se convirtió en el primer de todos ellos que se pronunció sobre los problemas que afronta la patria de Martí.
Nacionalizado español desde hace cinco años, Ortega utilizó sus rede sociales para mostrar su postura oficial. “Cuba es de los cubanos”, escribió en su cuenta de twitter el vallista de 29 años oriundo de la provincia de Artemisa.
“Cuba es de los cubanos. El 11 de julio de 2021 es un día que quedará marcado en la historia de Cuba y de todos los cubanos que dijeron basta y lucharon por una Cuba verdaderamente #Libre. Ánimo mi pueblo”.
Orlando se ha convertido en uno de los atletas españoles más exitosos de los últimos tiempos, y para muchos entendidos es favorito para subir al podio de premiaciones en los Juegos Olímpicos de Tokio.
El medallista de bronce en el último certamen del orbe celebrado en Doha, Qatar, aún con sus destacados resultados en el cuatrienio actual, ha generado sus dudas igualmente por una lesión que lo mantuvo fuera de las pistas entre febrero y junio. Su mejor registro de la temporada al aire libre fue un 13.15 el 6 de julio en Hungría, siendo superado únicamente por el principal aspirante al título en esta estival como lo es el estadounidense Grant Holloway (13.08).
Ortega fue fruto de polémica en el pasado, primero por haber “desertado” poco antes de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, y luego vivió un proceso convulso para recibir la ciudadanía española y acudir a la justa atlética carioca. Otro momento controversial se produjo al término de la carrera en la que se colgó la presea plateada y salir a dar la vuelta olímpica con una bandera española y rechazando una cubana que le habían mostrado.
El artemiseño ha sido el único corredor de vallas de Cuba que ha tenido resultados importantes después de Dayron Robles, aunque sus principales méritos los ha tenido bajo los colores rojo y amarillo.
