CON AUTORIDAD: Ciego de Ávila BLANQUEÓ a Mayabeque y tomó ventaja en playoff

Por Gian Franco Gil

Los Tigres de Ciego de Ávila blanquearon 3×0 a los Huracanes de Mayabeque, en el tercer juego de la postemporada, el primero celebrado en el “José Ramón Cepero”, estadio de los avileños. El pareo de cuartos de final llegó igualado a un juego por bando a la tierra de la piña y los de casa golpearon desde el inicio en su feudo.

La lechada de los locales tuvo como principal protagonista a Luis Marrero. El derecho trabajó siete entradas y un tercio de innings, en las que recetó cinco ponches, regaló dos boletos, un pelotazo y permitió solamente tres inatrapables. De esa forma, se anotó una apertura de calidad y la segunda victoria de su equipo en la instancia.

Yosvany Ávalos, cerrador del conjunto durante la Serie Nacional 61, consiguió cuatro outs en el desafío para apuntalar la labor del abridor. Ávalos enfrentó cinco bateadores, de ellos tres fueron retirados por la vía de los strikes y uno llegó a la primera almohadilla por base por bola.

Por los derrotados, Yadián Martínez y Adrián Sosa fueron dignos rivales, en un partido típico de postemporada. Martínez avanzó seis capítulos completos y también logró una apertura de calidad, al igual que su similar avileño. En el período de actuación soportó seis imparables, con tres carreras, una de ellas sucias. Por su parte, Sosa lanzó par de episodios perfectos.

En cuanto a la ofensiva, los vencedores contaron con el liderazgo del experimentado Raúl González, quien conectó dos imparables en cuatro visitas oficiales al rectángulo de bateo y remolcó par de compañeros hacia la registradora. El máscara, Alfredo Fadraga, se anotó la otra impulsada del equipo en cuatro turnos legales.

Asimismo, los bates occidentales en el partido fueron silenciados. Solo tres jugadores lograron conectar un incogible. Ellos fueron: Lázaro Martínez (4-1), Javier Carabeo (4-1) y Luis Fernández (4-1). Como dato curioso, en el choque no se conectaron extrabases, lo que demuestra el amplio domino de los monticulistas.

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