Wilfredo Aroche y el jonrón de la vergüenza. Industriales somete a Granma

Por Boris Luis Cabrera

Con esas fuerzas inexplicables para algunos que generan la vergüenza y la dignidad de los hombres, Wilfredo Aroche mandó la pelota a los graderíos vacíos del jardín derecho con un swing violento, para decidir el choque de este miércoles contra los Alazanes de Granma sellado hace varias jornadas atrás y mantener a sus Industriales con posibilidades de seguir escalando posiciones dentro de la zona de comodín.

Inmerso en una temporada atípica, con un promedio ofensivo muy por debajo del que ha acostumbrado a su fanaticada a lo largo de sus once campeonatos nacionales, que incluso lo llevó por varios días hasta el oscuro listado de la reserva, “El tiburón de Guanabo” regresó con el honor de un caballero andante y limpió su honra como lo hacen los grandes, mientras le daba la vuelta al cuadro manteniendo sus emociones ocultas detrás de las costillas.

Igualados a cinco anotaciones en la séptima entrada cuando llegó un aguacero que paralizó las acciones el pasado 16 de agosto, el partido había quedado congelado hasta esta mañana.

Tres lanzadores habían desfilado por el montículo detrás del abridor Pavel Hernández, quien había permitido tres carreras (dos de ellas sucias) en 4.1 capítulos de labor y las otras dos las toleró Eddy Abel Garcia con un relevo desastroso donde soportó un cañonazo y regaló un par de bases bolas.

En la pugna, el hoy sancionado por la Comisión Nacional Lisbán Correa, había sacudido par de estacazos de vuelta completa con cuatro remolcadas para el plato, uno de ellos para empatar sensacionalmente el partido en la parte baja del quinto episodio.

Como todos esperaban, una vez que llegó la ventaja, se encaramó en el box “El torpedo de Guanabacoa”, Andy Rodriguez, para mantener mansos a los caballos orientales detrás de las talanqueras.

El diestro de apenas 20 años, retiró por su orden a los seis rivales que enfrentó con un ponche incluido, y se llevó a sus récords la quinta victoria de la temporada.

Muchas cuentas matemáticas se han sacado en estos días con la esperanza de que los azules se incluyan entre los cuatro equipos que pasan directo a la siguiente fase, pero con la victoria de los Leñadores tuneros en esta jornada, ya eso no puede ser posible con ninguna de las combinaciones.

Ahora mismo, cuatro conjuntos han llegado a 26 victorias y uno de los enfrentamientos que restan por celebrar es entre dos de ellos (Las Tunas y Sancti Spíritus), por lo que el último de los clasificados lo hará con al menos 27 victorias, algo a donde ya no puede llegar la tropa de Rey Vicente Anglada.

La tarea es enfocarse en los comodines y trazar estrategias, llegar con el picheo fresco y darlo todo en el terreno de juego.

Nos vemos en el estadio.

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